Liderazgo palestino:»Crimen de guerra que sigue política de demoliciones y expulsiones forzadas».
Ministro israelí Erdan:»Casi todos los edificios estaban deshabitados y construidos de forma ilegal cerca de la valla lo que daña seguridad».
La crónica ayer.
Por Sal Emergui
Tras la luz verde del Tribunal Supremo de Israel al término de un proceso de varios años de recursos y demandas, cientos de soldados y policías israelíes iniciaron ayer la destrucción de 12 edificios, en su mayoría deshabitados y en construcción, de la aldea palestina de Wadi Humus en la zona de Sur Baher al sureste de Jerusalén.
Mientras Israel alega motivos de seguridad al estar muy cerca de su valla y que fueron o están siendo construidos de «sin los permisos necesarios», el liderazgo palestino define la medida como «crimen de guerra» que forma parte de «la política de colonización y desplazamientos ilegales en la ocupada Jerusalén».
Según datos de la ONU, en los 72 apartamentos previstos para la demolición, habitaban 17 palestinos que han sido evacuados entre gritos de indignación y rabia.
La aldea palestina de Wadi Humus, en la zona oriental de Jerusalén, se encuentra en el territorio recuperado por Israel en la guerra del 67. Los palestinos recuerdan que tras los acuerdos de Oslo, no quedó asignada en la Zona C (bajo control civil y de seguridad de Israel) sino a la zonas (A y B) bajo responsabilidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Uno de los habitantes evacuados afirmó hoy que obtuvo el permiso del ente presidido por Abu Mazen. El dirigente palestino, Hussein Al Sheij recalca que es «zona A» y por tanto «requiere sólo el permiso de las autoridades palestinas».
A raíz de un recurso presentado en el pasado por habitantes de Wadi Humus, Israel varió el trazado de la barrera de separación de tal forma que no pase por el centro de la aldea. Como resultado del nuevo trazado, se encuentran en la parte israelí de la verja aunque a nivel legal se considera parte de Cisjordania bajo responsabilidad de la ANP.
Tras dar luz verde a la demolición el pasado mes de junio, el Tribunal Supremo israelí desestimó ayer un nuevo recurso para evitar o al menos aplazar la medida. La máxima instancia judicial en Jerusalén, que conoce y trata este asunto desde que en el 2011 se emitiera una normativa prohibiendo la construcción a 250 metros de la valla, señala que los edificios «ponen en peligro la seguridad de los ciudadanos y soldados al estar situada cerca de la valla de seguridad».
A mediados del mes pasado, Israel notificó a los residentes de su intención de llevar a cabo la demolición a raíz de la sentencia judicial dándoles 30 días para la evacuación de sus viviendas situadas cerca de la valla israelí.
REACCIÓN DEL GOBIERNO ISRAELÍ Y RESPUESTA PALESTINA
«La demolición de los ilegales edificios, que en su mayoría están deshabitados, fue aprobada por el Tribunal Supremo que estableció que la ilegal construcción en la zona de la barrera constituye una importante amenaza de seguridad y proporcionaría cobertura a los terroristas y suicidas que podrían esconderse entre la población civil y de esta forma poner en peligro real a los ciudadanos y efectivos de seguridad israelies «, ha afirmado el ministro de Seguridad Interna, Gilad Erdan.
Pero mientras Erdan habla de seguridad, el liderazgo palestino denuncia que es una medida política. El primer ministro palestino Mohamed Shtayyeh ha anunciado que acudirán al Tribunal Penal Internacional para denunciar lo que define como «grave agresión». «Es la continuación del desplazamiento forzado de habitantes de Jerusalén de sus casas y tierras. Se trata de un crimen contra humanidad», acusa el dirigente palestino.
A través de un comunicado de su oficina en Ramala, el presidente palestino Abu Mazen considera que la acción de este lunes «forma parte del Acuerdo del Siglo». Alude, de esta forma, al plan de paz que el presidente estadounidense Donald Trump espera anunciar en los próximos meses.
Para su rival interno, el grupo islamista Hamas , se trata de «una peligrosa escalada y continuación natural del foro económico de Bahrein».
La Unión Europea (UE) ha pedido a las autoridades israelíes que cesen la acción de demolición en Sur Baher, que según los palestinos, es una de las más amplias en los últimos años. La portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de UE, Maja Kocijancic, ha señalado que «la política de asentamientos de Israel, los traslados y desalojos forzosos, las demoliciones y las confiscaciones de viviendas son ilegales según el Derecho internacional (…) La continuación de esta política socava la viabilidad de la solución de dos Estadosy la posibilidad de que Jerusalen sea la futura capital de los dos Estados».
Erdan ha respondido en Twitter a la condena europea: «Los portavoces de la UE, como de costumbre, compran las mentiras de los palestinos sin realizar ningún examen en profundidad mientras difunden sus prejuicios. Cuando la construcción ilegal representa una amenaza para la seguridad, Israel tiene la autoridad, también de acuerdo con los Acuerdos de Oslo, de hacer cumplir la ley contra ella».
A primera hora de la tarde, el liderazgo palestino prometió financiar la reconstrucción de las casas afectadas por la demolición mientras reveló contactos con Jordania-donde ayer se encontraba Abu Mazen- y Egipto para presionar a Israel.
Fuente: ElMundo.es
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