“A los que buscan nuestra destrucción les digo precisamente desde este lugar: hemos retornado del escenario de la historia y pasado al frente, hemos derrotado a nuestros opresores en el pasado y, con la ayuda de D’s, los venceremos a ustedes también”, advirtió el miércoles, el primer ministro durante la ceremonia de apertura oficial, en el memorial Yad Vashem.
“A los que buscan nuestra destrucción les digo precisamente desde este lugar: hemos retornado del escenario de la historia y pasado al frente, hemos derrotado a nuestros opresores en el pasado y, con la ayuda de D’s, los venceremos a ustedes también”, advirtió hoy, miércoles, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, durante la ceremonia de apertura oficial de Iom HaShoá Vehagvurá (foto), el día de conmemoración de los mártires y héroes del genocidio perpetrado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, en el memorial Yad Vashem.
El pueblo judío vive hoy una paradoja: hay admiración en todo el mundo por el Estadio judío y lo que este ha logrado, pero ella está acompañada, en ciertos círculos, por un aumento en el antisemitismo de la derecha y la izquierda extremas y el islamismo radical, tal como se manifestó recientemente en los tiroteos en el Beit Jabad de San Diego y, antes, en la sinagoga de Pittsburgh, la profanación de cementerios judíos y “la publicación de caricaturas y artículos llenos de odio a los judíos e Israel, incluso en periódicos respetados” como The New York Times; “ello no es una crítica legítima a Israel, no insistiría con esto si no fuera una calumnia sistemática, venenosa y engañosa que socava constantemente la legitimidad del Estado-nación judío y una hipocresía que no debe ser tolerada”, reprendió.
“No ignoramos las amenazas” que vienen desde el Este, “pero no nos disuaden” porque “frente a Irán nuestra política es clara: una contención agresiva de sus intentos de establecerse militarmente cerca de nuestras fronteras, y en la arena política, presión, presión y más presión; Israel no extenderá su cuello para su aniquilación”, ya que “al contrario de lo que sucedió durante la Shoá, somos capaces y estamos decididos a defendernos: la FDI (Fuerza de Defensa) está entre los ejércitos más fuertes del mundo y puede derrotar a nuestros enemigos”, aseguró el jefe de gobierno hebreo antes de elogiar al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por haberse retirado del acuerdo nuclear con Teherán, haberle impuesto sanciones a ese país y haber declarado entidad terrorista al Cuerpo de Guardias de la Revolución.
Al visitar en los últimos años, como primer ministro de Israel, sitios donde los judíos fueron asesinados o enviados a su aniquilación, ya fuera Budapest, Salónica, Vilna, París o Varsovia, “sentía un horrible dolor por el desastre que nos había sucedido y, al mismo tiempo, un tremendo orgullo por representar a nuestro pueblo, que se alzó de las cenizas a nuestro Estado independiente”, y por eso estaba con la cabeza inclinada, pero la espalda erguida, remarcó.
“En el exilio, nuestra abismal debilidad nos dejaba librados a nuestro destino; en la patria, el poder que hemos construido nos convierte en una potencia mundial en ascenso”, diferenció Netanyahu.
“Estamos orgullosos de los logros que hemos conseguido, pero no ignoramos los peligros que tenemos por delante, y no hay contradicción entre ambas cosas: incluso las potencias más grandes son conscientes de los riesgos que las amenazan y están preparadas para repelerlos; no es una cuestión de tener miedo, la conciencia es una precondición para la vida”.
Fuente: AJN
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