El método de votación israelí no ha cambiado mucho en siete décadas, pero los materiales modernos han transformado radicalmente la marca y el modelo de nuestras urnas.
Israel celebra la tercera ronda de elecciones en el lapso de un año hoy, el 2 de marzo de 2020, una semana antes del feriado de Purim.
En lo que solo puede describirse como una coincidencia involuntaria pero irónica o tal vez por un sentido innato del humor sarcástico judío, Purim recibe su nombre de la palabra «pur» o «lotería». Resulta que algunas de las mismas compañías que fabrican los kits utilizados en nuestro proceso electoral, que consisten en urnas, fichas, sobres y pantallas de privacidad, también suministran equipos de lotería. Tiene sentido, pero ¿quién sabía?
Durante siete décadas, el diseño físico de la mesa electoral israelí se ha mantenido más o menos igual. Lo que ha cambiado es el tamaño, la forma y el tipo de materiales utilizados en nuestras urnas.
Las urnas se definen como «un contenedor sellado temporalmente … con una ranura estrecha en la parte superior suficiente para aceptar una papeleta en una elección, pero que impide que cualquiera acceda a los votos emitidos hasta el final del período de votación».
Orgullosos del nuevo proceso democrático del Estado de Israel, los fotógrafos oficiales del gobierno fueron enviados a documentar la construcción de urnas de madera resistentes para ser utilizadas en las elecciones de la Knéset de 1951. El nombre y el número de cada mesa de votación se escribieron minuciosamente a mano en cada caja.
Aseguradas con sogas y candados, las urnas de madera se convirtieron en un telón de fondo para el cliché fotográfico de los políticos que emitían su voto en los colegios electorales.
Las mesas de votación se instalarían en kibutzim, comunidades religiosas judías y árabes, todas con la misma caja de madera.
Pero claramente, las cajas de madera tuvieron su día. En 1959, la ministra de Asuntos Exteriores, Golda Meir, fue fotografiada en su mesa electoral de Jerusalén, colocando su papeleta en una caja de madera desgastada. En 1973, en las elecciones municipales de Jerusalén, la primera ministra Meir estaba deslizando su sobre en un brillante recipiente de plástico.
Nuevos materiales entraron en uso. En preparación para las elecciones de la Knesset de 1969, los fotógrafos del gobierno documentaron las urnas de metal especiales construidas para la marina mercante de Israel. Incluso los plásticos más resistentes se pusieron en uso en la década de 1980.
A principios de la década de 1990, tal vez en reconocimiento de su pesadez abrumadora o posiblemente en respuesta a las quejas del personal de la mesa electoral, comenzaron a aparecer las urnas de policarbonato liviano y cartón cubierto de papel.
Y finalmente, a principios de la década de 2000, las urnas de cartón azul corrugado todavía se usan hoy en día.
Una palabra sobre la cantidad de papel utilizado en cada elección.
En una reciente publicación de blog, la imprenta con sede en Jerusalén Text Ratz calculó que en las 21 elecciones de la Knéset de abril de 2019, cada centro de votación utilizó 1.92 toneladas de papel para las papeletas, 9.2 toneladas para los sobres y 4.5 toneladas para las bandejas de cartón y las pantallas de privacidad .
Por un lado, son muchos árboles. Por otro lado, aunque lejos de ser perfecto, este método anticuado puede ser más seguro que los métodos de votación electrónica actuales que aún son vulnerables a la intromisión a gran escala.
Entonces, aunque el método de baja tecnología de Israel no es a prueba de manipulaciones, tiene algunas ventajas, sin mencionar que genera una de las escenas de películas israelíes favoritas de todos los tiempos en el clásico Sallah de Ephraim Kishon de 1961.
סאלח שבתי – המדריך למצביע בבחירותמה זאת אומרת "למי להצביע"? לכולם! #סאלח_שבתי
Posted by הקופסה on Monday, October 29, 2018
Fuente: Israel21C- Traducido por UnidosxIsrael
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