Un alto funcionario de la administración describió el llamado como «franco y constructivo», mientras que los israelíes continúan protestando por 11 semanas.
El presidente Joe Biden habló el domingo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para expresar su «preocupación» por la revisión planificada del sistema judicial del país por parte de su gobierno que ha provocado protestas generalizadas en todo Israel y alentar el compromiso.
La Casa Blanca dijo que Biden reiteró las preocupaciones de Estados Unidos sobre la medida de hacer retroceder el aislamiento del poder judicial del sistema político del país, en una llamada que un alto funcionario de la administración describió como «franca y constructiva». No hubo indicios inmediatos de que Netanyahu estaba rehuyendo la acción, luego de rechazar un compromiso la semana pasada ofrecido por el presidente testaferro del país.
El funcionario, que solicitó el anonimato para discutir la llamada privada de los líderes, dijo que Biden habló con Netanyahu “como amigo de Israel con la esperanza de que se pueda encontrar una fórmula de compromiso”.
La Casa Blanca en un comunicado agregó que Biden «subrayó su creencia de que los valores democráticos siempre han sido, y deben seguir siendo, un sello distintivo de la relación entre Estados Unidos e Israel, que las sociedades democráticas se fortalecen con controles y equilibrios genuinos, y que se deben buscar cambios fundamentales con la base más amplia posible de apoyo popular».
«El presidente ofreció su apoyo a los esfuerzos en curso para forjar un compromiso sobre las reformas judiciales propuestas de conformidad con esos principios fundamentales», dijo el comunicado.
Netanyahu le dijo a Biden que Israel “seguirá siendo una democracia fuerte y vibrante”, según la Oficina del Primer Ministro.
Netanyahu dijo el domingo que los cambios legales se llevarían a cabo de manera responsable mientras se protegen los derechos básicos de todos los israelíes. Su gobierno, el más derechista de la historia del país, dice que la reforma busca corregir un desequilibrio que ha dado a los tribunales demasiado poder y ha impedido que los legisladores lleven a cabo la voluntad del público votante.
Los críticos dicen que pondrá patas arriba el delicado sistema de controles y equilibrios de Israel y empujará al país hacia el autoritarismo. Los opositores a la medida han llevado a cabo protestas perturbadoras e incluso han involucrado a las fuerzas armadas del país, después de que más de 700 oficiales de élite de la Fuerza Aérea Israelí, las fuerzas especiales y el Mossad dijeron que dejarían de ofrecerse como voluntarios para el servicio.
La conversación siguió a una reunión del domingo en Egipto entre funcionarios israelíes y palestinos en la que se comprometieron a tomar medidas para reducir las tensiones antes de una delicada temporada navideña. Los funcionarios de la administración elogiaron el resultado de la cumbre en el centro turístico egipcio de Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo. Un comunicado conjunto dijo que las partes habían reafirmado su compromiso de reducir la escalada y prevenir más violencia.
Biden en el llamado «reforzó la necesidad de que todas las partes tomen medidas urgentes y colaborativas para mejorar la coordinación de seguridad, condenar todos los actos de terrorismo y mantener la viabilidad de una solución de dos estados», según la Casa Blanca.
Las delegaciones israelí y palestina se reunieron por segunda vez en menos de un mes, encabezadas por los aliados regionales Egipto y Jordania, así como Estados Unidos, para poner fin a un espasmo de violencia de un año.
«Las dos partes acordaron establecer un mecanismo para frenar y contrarrestar la violencia, la incitación y los estados y acciones incendiarios», dice el comunicado. Las partes informarán sobre el progreso en una reunión de seguimiento en Egipto el próximo mes, agregó.
La administración Biden sigue preocupada por la repetición de los enfrentamientos nocturnos y otros incidentes violentos entre palestinos e israelíes en Jerusalén durante el Ramadán hace dos años. Los enfrentamientos en el Monte del Templo en 2021 ayudaron a desencadenar una guerra de 11 días entre Israel y Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.
Bajo acuerdos de larga data, a los judíos se les permite visitar el sitio pero no rezar allí. Pero en los últimos años, el número de visitantes ha crecido, y algunos rezan en silencio. Tales escenas han generado temores entre los palestinos de que Israel está tratando de alterar el statu quo.
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
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