Lifshitz, de 85 años, fue liberada por Hamás junto con Nurit Cooper, de 80 años, después de que ambas fueran secuestradas durante la masacre de Nir Oz el 7 de octubre; habló con periodistas del Hospital Ichilov de Tel Aviv.
La rehén liberada de Gaza, Yocheved Lifshitz, de 85 años, y sus familiares hablaron con los periodistas el martes por la tarde en el Hospital Ichilov de Tel Aviv, a donde fue llevada el lunes por la noche después de ser liberada en Egipto.
Lifshitz fue liberada del cautiverio por Hamás junto con Nurit Cooper, de 80 años, después de que ambas fueran secuestradas durante la masacre en el Kibbutz Nir Oz el 7 de octubre. Primero fueron transportadas a Egipto a través del cruce de Rafah y luego llegaron a Israel. Desde la frontera fueron trasladados en helicóptero al hospital Ichilov, donde se reunieron con sus familias.
Los maridos de ambas mujeres siguen siendo rehenes de los terroristas en Gaza. “Nuestro corazón está con mi papá y con todos los cautivos que todavía están allí”, dijo su hija Sharon Luton. Unos 220 rehenes, entre ellos mujeres, niños y ancianos, permanecen en Gaza.
Señaló que su madre sólo sabe cómo fueron tratados hasta 25 de los rehenes, y señaló que el hecho de que su madre ahora necesite una silla de ruedas es una indicación de lo que le sucedió mientras estuvo cautiva en Hamás.
Lifshitz agradeció a todos los presentes. «Mi nombre es Yocheved Lifshitz, nací en 1938. Gracias por venir a escuchar mi tragedia y la de todos mis amigos. Fue difícil y esperamos superarlo». Describió las atrocidades cometidas por Hamas en el kibutz: «Pasé por un infierno, no pensábamos ni sabíamos que terminaríamos en esta situación. Hicieron estragos en nuestro kibutz, me secuestraron… Me pusieron de lado en una motocicleta y volaron conmigo a través de los campos arados hacia Gaza. Volaron la cerca. Construimos una cerca electrónica especial por $2 mil millones de dólares y no ayudó en nada. Las multitudes irrumpieron en nuestras casas, golpearon «Y a algunos los secuestraron, como a mí. No había diferencia, secuestraron a viejos y a jóvenes».
Lifshitz describió cómo los terroristas de Hamás la golpearon después de que la hicieran prisionera y la condujeron a través de los túneles terroristas subterráneos en la Franja de Gaza. “Estaba acostada de lado cuando me subieron a la moto, me golpearon con palos. No me rompieron las costillas, pero me dolieron mucho esa zona y me costaba mucho respirar. Era como eso hasta que llegamos a los túneles, y ahí caminamos kilómetros bajo la tierra mojada, parecían telas de araña, empezamos a caminar por los túneles, donde la tierra estaba húmeda y hay humedad todo el tiempo y llegamos a una gran salón donde se reunieron 25 personas. Después de dos o tres horas separaron a cinco de mi kibutz, el Kibutz Nir Oz, y nos pusieron a los cinco en una habitación separada», dijo a los periodistas en una aparición televisada a nivel nacional.
A pesar de los abusos que sufrió cuando fue secuestrada y llevada a Gaza, Lifshitz testificó que los terroristas intentaron mantener sanos a los rehenes, un mensaje que Hamas claramente está tratando de transmitir al mundo. «Cuando llegamos allí, primero nos dijeron que creían en el Corán y que no nos harían daño. Nos darían las mismas condiciones que ellos. Estábamos fuertemente vigilados. También llegaron un médico y un enfermero y nos «Se aseguró de que nos enviaran más o menos las mismas pastillas».
Lifshitz señaló que «estábamos divididos en kibutzim. Ellos se ocupaban de todas nuestras necesidades». Dijo que comieron la misma comida que comieron los terroristas. Señala que los terroristas tenían almacenados medicamentos y artículos de tocador; esto indica un nivel de preparación por parte de los terroristas para la toma de rehenes.
Lifshitz expresó su dolor por la incompetencia del sistema de seguridad antes del ataque terrorista. «Hamas planeó todo durante mucho tiempo, prepararon todo lo que necesitábamos, incluido champú y acondicionador para el cabello. La falta de conocimiento en las FDI y Shin Bet nos perjudicó mucho. Éramos el chivo expiatorio del gobierno. Las FDI no se tomaron los globos y la quema de campos en serio», afirmó.
El director del hospital, profesor Roni Gamzu, dijo que Lipshitz y Cooper «llegaron y el objetivo principal era verificar su condición médica y brindarles apoyo. Es posible que durante los próximos días al menos uno de los rehenes sea liberado y uno continuará para evaluación médica y finalización de tratamientos médicos”.
También habló con Nahum Barnea, de Yedioth Ahronoth, y recordó el momento del secuestro hace 18 días: «Me cargaron en una motocicleta de lado para que no cayera, con un terrorista sujetándome por delante y el otro por detrás. Crucé la valla fronteriza hacia la Franja y al principio me retuvieron en la ciudad de Absan, cerca de Nir Oz. Después de eso, no sé adónde me llevaron».
Las dos mujeres secuestradas, cuyos maridos siguen siendo rehenes en la Franja de Gaza, se reunieron en el hospital con sus familiares y su estado de salud se considera «bien».
Eti Uziel, vicepresidenta de enfermería y jefa de enfermería del Hospital Ichilov, describió el lunes por la noche la reunión de los ex rehenes con sus familiares como «una reunión muy, muy emocionante. Ahora se les permitirá descansar con sus familias y luego les haremos un examen físico completo y mañana sabremos exactamente cuál es la situación. Ahora mismo, para ellas y para los miembros de la familia, la situación es muy, muy emocionante».
Daniel Lifshitz, nieto de Yocheved, compartió una foto de ella con su familia y escribió en su cuenta de Instagram: «No puedo creer que la abuela Yochaka, que es como una madre para mí, haya regresado del cautiverio de Hamás. Me encanta. Esta mujer valiente es mucho. Una gran heroína».
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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