Los últimos acontecimientos a nivel mundial, en el contexto de las catástrofes naturales, ha revelado a un mundo cegado de antisemitismo la vibrante, luminosa y moderna sociedad israelí. La mejor manera de enfrentarse al oscuro odio contra los judíos es iluminar con buenas acciones, que son la marca y el distintivo del histórico Israel.
Por José Ignacio Rodríguez
El moderno Estado de Israel, como cabeza de toda la sociedad judía, sigue iluminando a las naciones con su buen hacer, en todos los campos sociales, políticos, tecnológicos, religiosos y evidentemente humanitarios. Un buen hacer que ha quedado reflejado y concretado en el envío por parte de Israel de una especializada ayuda humanitaria, a los países que están sufriendo grandes cataclismos de orden natural. Los continuos terremotos que lleva sufriendo México han conmocionado a toda la sociedad mexicana, que se ha visto desbordada ante la masiva destrucción, que están padeciendo. Los especialistas israelíes en rescate, en medio de situaciones catastróficas, están demostrando una profesionalidad, humanidad y sensibilidad dignas de ser elogiadas.
La sociedad israelí en su conjunto, igualmente representada por las Fuerzas de Defensa de Israel, está preparada para ofrecer ayuda especializada, a la comunidad internacional. Los éxitos alcanzados en cada misión humanitaria, emprendida por Israel, dan testimonio de la gran formación, de todos sus medios humanos. Unas mujeres y hombres que se han dado, tanto a nivel institucional como personal, a la insigne labor de salvar vidas. La delegación de salvamento de Israel en México ha recibido grandes elogios, por parte de la población mexica, y por parte de las sus autoridades, que han reconocido el gran trabajo de los profesionales israelíes.
El Primer Ministro Biniamín Netanyahu ha pronunciado un explícito y emocionado reconocimiento al decir “Ustedes muestran el verdadero rostro de Israel al mundo” en el recibimiento a los soldados participantes, en las labores humanitarias. El luminoso rostro de Israel en el mundo está situando en el mapa internacional, de las potencias con grandes medios, a este país por su calidad humana y capacidad tecnológica. Un mapa de potencias humanitarias y avances tecnológicos diseñado desde lo Alto, para ejecutarse en la tierra. Las grandes catástrofes naturales, y las provocadas por el hombre, tienen un preparado agente humanitario que las enfrentará con decisión y valor.
Los que hubieran perdido la esperanza y la fe en los seres humanos vuelven a tener motivos, más que suficientes, para creer en la humanidad representada por toda la sociedad israelí en su conjunto. Una sociedad que sigue siendo un luminoso referente, para toda la humanidad. Un país que ayuda incluso a sus enemigos cuando están heridos, enfermos o perseguidos como es el caso de tantos sirios, entre otras nacionalidades, a los cuales Israel sigue prestado ayuda y atención médica. Una ayuda que salva vidas en medio de la catástrofe inhumana que sigue siendo la guerra civil siria.
En estos días la ayuda humanitaria, en este caso por medio de la Comunidad Judía Hispana de Miami se traslada a Puerto Rico, que ha quedado devastado casi en su totalidad. En todo lugar del mundo las Comunidades Judías hacen gala de su sensibilidad humanitaria ayudando y proveyendo de lo necesario, para los miles de afectados por estas catástrofes naturales o las producidas por la mano del hombre. La gran diferencia, como la luz y las tinieblas, es que mientras Israel reparte ayuda humanitaria y se alegra por salvar vidas sus enemigos reparten dulces envenenados de odio y se alegran, en la muerte de los seres humanos.
La mejor manera de empezar el año, y pasar por estos días de reflexión interior hasta llegar a Yom Kipur, es seguir trabajando por el bien común de todos los seres humanos. La ayuda generosa que Israel ofrece al mundo está inscribiendo y sellando, en el reconocido Libro de la Vida, a todo un país por ser un referente luminoso del buen hacer. Rezamos por la victoria de Israel en el campo militar, tecnológico y humanitario, para que siga siendo luz a todas las naciones. Un título que solo puede ostentar el Pueblo Elegido, si elegido, para ser guía moral, ético, religioso y humano a todos los pueblos ¡Gracias Israel!