Tras las reformas judiciales propuestas por el gobierno este año, cada vez se escuchan más voces que discuten países alternativos a Israel.
En febrero pasado, se informó de un extraño incidente en los medios de comunicación israelíes, donde la policía de la ciudad costera de Hedera allanó las oficinas de un grupo llamado «Yashar-El», una versión de la palabra hebrea para «Israel» y «Directo a Dios».
El grupo había proclamado un estado independiente, sucediendo la tierra de Israel. La policía arrestó al líder del grupo, Shai Karmusta.
«En Yashar-el, todos son reyes o reinas», dijo Shaked, miembro del grupo, a i24NEWS. «Creo que deberíamos desconectarnos de Israel. Desde una edad temprana nos enseñaron a creer que el país está por encima de todo y debemos servir al estado. Pero para mí está muy claro que el país sirve a las grandes corporaciones, las elecciones son solo un espectáculo».
Shaked dice que el grupo contiene cientos de personas y que muchos israelíes están interesados en unirse.
“Israel es uno de los países más crueles del mundo”, dice.
Para Shaked, la pandemia del coronavirus fue un punto de inflexión, donde se dio cuenta de que el país “nos obligó a quedarnos en casa e inyectarnos materiales químicos en las venas”.
Dice que a pesar del arresto de Karmusta, el grupo continúa reuniéndose y planeando sus próximos pasos.
Lo que parecía un evento menor y local podría convertirse en el inicio de una tendencia.
Desde que estalló la ola masiva de protestas contra las reformas judiciales propuestas por el gobierno a principios de este año, se escuchan cada vez más voces que hablan de países alternativos a Israel.
Itamar Rose, cineasta y activista, lanzó recientemente «Altneuland 2» inspirado en el famoso libro de Theodore Herzl, quien imaginó el moderno estado de Israel.
«Mi idea es reunir tantos partidarios como sea posible y luego dirigirme a otros países y negociar con ellos para recibir un territorio para un segundo estado israelí», dice Rose.
Rose no descarta establecer otro estado israelí dentro de las fronteras de Israel, pero en su visión ese país sería democrático, secular y liberal.
“Este es un proceso inevitable. Israel ya está dividido – por un lado tenemos el área central que es rica, democrática y occidental. Por otro lado, tienes un segundo Israel, como las ciudades ultraortodoxas y beduinas, que son como un país del tercer mundo”, dice.
“Debemos separarnos de Israel, como una mujer abusada que debe abandonar su hogar para salvarse”.
Los principios fundamentales de esta nueva entidad aún no están claros, pero Rose dice que «no nos comprometeremos con la ‘democracia a medias'».
Afirma que el nuevo estado estaría abierto a todos los israelíes y espera que haya un cierto proceso selectivo basado en los valores del nuevo estado.
Según Rose, muchas personas han mostrado interés en su proyecto, pero por ahora ha decidido detener el proceso y concentrarse en formar las principales doctrinas del estado.
Ahora está trabajando en un nuevo podcast que discutirá el tema con historiadores e investigadores.
La idea de declarar un nuevo país israelí o judío no es nueva y existe incluso antes de la independencia de Israel en 1948. El propio Herzl presentó en 1903 el ‘Esquema de Uganda’, un plan para establecer un país judío en el África Oriental Británica, que fue aceptado por el Sexto Congreso Sionista, pero el plan nunca llegó a buen término.
En la década de 1950, Eli Avivi, un judío solitario, estableció una micronación llamada «Achziv» en un antiguo pueblo costero cerca de la frontera con el Líbano.
We made it to the Nation of Achziv – population 1. pic.twitter.com/xzQqRSreXT
— Elisha ben Abuyah (@Elishabenabuya) August 17, 2022
En 1989, el activista de extrema derecha Michael Ben Horin declaró el «Reino de Judea», quizás en un tributo al reino bíblico que se separó del Israel bíblico unido durante el siglo X a.
Ben Horin lo había declarado como una protesta contra los planes para dar autonomía a los palestinos en Cisjordania.
Más de 30 años después, Ben Horrin, que vive en los Altos del Golán, piensa diferente.
“Ya no necesitamos un nuevo estado judío, porque el gobierno de hoy está controlado por judíos”, le dice a i24NEWS.
Sin embargo, todavía apoya la transferencia de población de árabes de Israel, una idea que fue adoptada por el partido de extrema derecha israelí «Moledet» en las décadas de 1980 y 1990, pero que desde entonces ha desaparecido de la política israelí.
«En 2004 hubo un intento de revivir la noción del Reino de Judea tras la retirada israelí de la Franja de Gaza, pero los colonos judíos no siguieron esta idea», dice.
Otra iniciativa interesante fue «Newe Hofesh».
En 2014, i24NEWS cubrió la reunión de fundación en Galilea, donde el grupo, dirigido por la activista de izquierda Dra. Anat Rimon, una académica en educación que una vez mostró empatía con ISIS, trató de crear un asentamiento independiente en el norte de Israel. Sin embargo, este proyecto fracasó y el grupo se disolvió poco después de su primera reunión.
Hoy, Tamar Hoffman, una de las fundadoras de este grupo, dice que se opone al nuevo gobierno, pero acepta el voto de la mayoría.
“La mayoría de la gente en Israel votó por este gobierno, así que pueden hacer lo que quieran, incluso convertir a Israel en una dictadura”, dice.
Hoffman suena amargada, pero parece que no planea revivir su ambicioso plan.
“Gasté mucho esfuerzo y dinero en esto, y no salió nada”, lamentó.
Parece que la mayoría de estas iniciativas están condenadas al fracaso, pero puede ser preocupante el aumento de opiniones que dudan de la capacidad de Israel para seguir siendo democrático e intentan encontrar alternativas.
El famoso poeta y letrista israelí Ehud Manor escribió una vez: «No tengo otro país, aunque esté ardiendo, desgarrado».
La canción icónica era un símbolo de la nacionalidad israelí. ¿Veremos nuevas grietas en este consenso?
Fuente: I24News- Traducido por UnidosxIsrael
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