Unas declaraciones de Erdogan avivan de nuevo la tensión
El anuncio del gobierno israelí de quitar los detectores de metales en los accesos a la Explanada de las Mezquitas había rebajado la tensión de los últimos días después del ataque del pasado 14 de julio en el que murieron dos policías israelíes y los atacantes.
Las declaraciones del presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan ha avivado la tensión entre el país turco e Israel. Erdogan ha calificado la colocación de estos detectores de “inaceptable”. «Se lo he dicho a ellos, se lo he dicho al señor presidente (israelí): Es inaceptable tratar como terroristas a los musulmanes que vayan a rezar a la mezquita de Al Aqsa», ha dicho.
“Es inaceptable tratar como terroristas a los musulmanes que van a rezar”
En un discurso en el parlamento turco, Erdogan ha hecho una llamada a la unidad: «Vengan, todos juntos deberemos proteger Jerusalén. La debemos proteger igual que La Meca y Medina. No tenemos ningún problema con los ritos de los cristianos ni de los judíos, ni con sus templos».
Estas declaraciones no han sentado bien en Israel y el Ministerio de Exteriores ha calificado de «raras, absurdas y retorcidas» estas palabras. El portavoz israelí de Exteriores, Emmanuel Nahson, también ha advertido a Erdogan: «Quien vive en un palacio de cristal, más le conviene no tirar piedras».
Israel califica las declaraciones de “absurdas”
Israel se ha mostrado muy dura con el presidente turco: «Los días del Imperio Otomano quedaron en el pasado; la capital del pueblo judío era, es y será Jerusalén. A diferencia del pasado, esta es una ciudad cuyo Gobierno está comprometido con la seguridad, la libertad de culto y la tolerancia a las minorías», concluye Nahson.
La Explanada alberga la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, y es considerada el tercer lugar más sagrado en el islam, mientras que es el lugar más sagrado para el judaísmo que lo denomina Monte del Templo, a cuyos pies se encuentra el Muro de las Lamentaciones.