El Ejecutivo israelí ha intensificado sus acciones contra el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) al aprobar una iniciativa para crear un organismo civil que contrarreste las campañas públicas de condena a Israel.
El plan destinará 260 millones de shéqueles (62,6 millones de euros) a consolidar una corporación semipública capaz de mejorar la imagen de Israel mediante campañas mediáticas y grupos de presión en momentos críticos como operaciones militares, votos de condena en la ONU o «ataques terroristas», detalló este medio.
La resolución, presentada por el Ministerio de Asuntos Estratégicos, fue entregada hace una semana a los miembros de la coalición gubernamental y desde ayer está en vigor con un presupuesto inicial de 30 millones de euros para reforzar la cooperación entre organizaciones pro israelíes de la diáspora y locales.
La iniciativa sale adelante después de que la cantante neozelandesa Lorde cancelara su concierto, previsto para junio en Tel Aviv, tras una campaña viral del BDS, o la avalancha de críticas que siguieron a la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU contra la decisión estadounidense de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
El nuevo organismo pretende aportar flexibilidad y una rápida respuesta comunicativa en periodos como el actual, que escapan a las acciones gubernamentales o estatales por las restricciones burocráticas, y trabajará con delegaciones y creadores de opinión mediante una amplia actividad en medios, principalmente en Europa.
Israel considera que estas campañas de boicot son «anti-israelíes» y «deslegitimadoras», y aunque ha desdeñado en numerosas ocasiones al movimiento BDS, el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció a principios de año que reforzarían su ofensiva para contrarrestarla.
En marzo, el Parlamento (Kénset) aprobó una enmienda a la ley de emigración para prohibir la entrada al país a aquellos extranjeros que exhorten al boicot o hayan participado en actos del BDS, estrategia palestina que desde hace más de una década llama a la oposición internacional a Israel por su política de ocupación.
Fuente: EFE