El Shuk tiene un sonido y aroma particular inexplicable e inconfundible. Allí, los vendedores siguen utilizando técnicas de antaño para atraer a sus compradores con el grito como su principal aliado.
El Shuk Ha Carmel de Tel Aviv (sobre Carmel Street, entre King George Street, Sheinkin Street, Allenby Street y la Plaza Magen David) es uno de los mercados más famosos de la ciudad. Es un laberinto de puestos de comida, cuadros, baratijas, bisutería, recuerdos y ropa barata, liderado por experimentados negociantes que no pierden a oportunidad de sacar ventaja de los turistas que visitan. Si uno sabe negociar, puede conseguir precios muy económicos, pero sino hay que estar preparado para pagar más que en un supermercado tradicional. Este abierto todos los días de 8 a 18 (aprox.) menos los sábados (que cierra por Shabat, día de descanso para la religión judía).
A pesar de su apariencia callejera, en este Shuk, ubicado en el corazón de Tel Aviv, se pueden conseguir desde postres tradicionalmente israelíes y árabes, hasta quesos gourmet, comida tradicional yemení, pastelería francesa e incluso ¡comida venezolana! Mis puestos favoritos, son los stands de jugos que ofrecen una gran variedad de sabores desde el tradicional de granadina, hasta mezclas de zanahoria, jengibre y apio, o cualquier cosa que se te ocurra.
El Shuk tiene un sonido y aroma particular inexplicable e inconfundible. Allí, los vendedores siguenutilizando técnicas de antaño para atraer a sus compradores con el grito como su principal aliado. Sus tiendas abrieron por primera vez en 1920 y desde ese momento sigue siendo uno de los principales lugares donde los “telavivians” compran sus provisiones para las cenas de Shabat.
El Shuk ofrece una experiencia única que no se encuentra en muchos lugares del mundo, por lo que sí están de visita, vale la pena pasar un rato aunque sea sólo para tomar un jugo, probar un trozo de halva (dulce hecho a base de sésamo) y un buen Kebab.
Fuente: VidaSurrealista