Se espera que las lluvias locales persistan durante todo el jueves; fin de semana seco; varias personas heridas por los escombros arrastrados por los fuertes vientos; Varias localidades árabes se inundaron después de fuertes lluvias.
El dramático cambio climático del miércoles hizo que el sol predominante de Israel y las olas de calor que lo acompañaban dieran paso a un clima nublado, nevadas constantes y fuertes en el norte y fuertes lluvias que se prolongaron durante toda la noche.
El clima invernal ve el monte Hermón cerrado, la lluvia continúa.
El clima invernal vio caer las temperaturas a -1 ℃ (30 ℉) en el Monte Hermón en el norte de Israel, donde no menos de 5 centímetros (1.9 pulgadas) de nieve se acumularon durante la noche del miércoles, lo que obligó al sitio a cerrar hasta nuevo aviso.
Palear nieve en el monte Hermon (Foto: Estación de esquí Mount Hermon)
Se espera que las lluvias locales persistan durante todo el jueves.
A pesar de las fuertes lluvias y el clima extremadamente ventoso durante toda la semana, se espera que el viernes y sábado sean relativamente secos, con lluvia renovada solo el lunes y que dure al menos hasta el miércoles.
Las fuertes lluvias y los fuertes vientos del miércoles causaron varios heridos, así como importantes daños a la propiedad.
En Jerusalén, una mujer de unos 70 años fue llevada al hospital con heridas leves después de que la rama de un árbol le cayera encima.
Una palmera derrumbada en Rosh HaAyin (Foto: Yossi Damari)
En el Consejo Regional de Ganei Tikva, una mujer de 23 años fue llevada al Centro Médico Sheba con una herida en la cabeza luego de que la golpeara en la cabeza con una rama de árbol que fue llevada por el viento.
En la ciudad de Rosh HaAyin, una palmera se derrumbó debido a los fuertes vientos y cayó sobre una sinagoga local. No se reportaron heridos.
Las fuertes lluvias también causaron graves daños a casas y propiedades en varias localidades árabes de todo el país, donde la infraestructura en ruinas no pudo manejar la cantidad significativa de lluvia.
«Nos pasa todos los años», dijo Ahmad Assadi de Deir al-Assad en Galilea, donde se inundó una calle entera. «Desafortunadamente, nadie nos dará una solución. Lo que significa que esto continuará mientras llueva».
Las calles también se inundaron en la ciudad de Qalansuwa, en el centro de Israel, donde decenas de residentes se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a la deficiente infraestructura de la ciudad.
«Todos los años hay inundaciones en nuestra ciudad», dijo a Ynet un lugareño llamado Abdel Salameh.
«Todos los años, siempre nos dicen que el problema se resolvió, pero con la primera lluvia, resulta que el tratamiento del problema no fue profesional de ninguna manera».
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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