La Oficina Central de Estadísticas dice que a partir de 2022, alrededor del 73% de los israelíes son judíos, el 21% son árabes y el 5% son miembros de otros grupos religiosos. Las estadísticas de Aliyah rompen un récord de 20 años. Alrededor del 45% de la población judía total en el mundo vive en Israel y alrededor del 79% de los israelíes nacieron aquí.
La Oficina Central de Estadísticas publicó el lunes sus datos de población anuales previos al Día de la Independencia, que muestran que, con 74 años, la población del estado judío es de 9.506.000.
Con poco más de 7 millones, los judíos constituyen el 73,9% de la población de Israel. Los árabes representan el 21,1% de la población del país y el 5% son miembros de otros grupos religiosos.
Desde el Día de la Independencia de 2021, nacieron 191 000 bebés, murieron 55000 personas y 38000 personas emigraron a Israel, un récord de 20 años, según muestran los datos.
En general, la población de Israel aumentó un 1,9% o 176.000 personas.
En el momento de la creación de Israel en 1948, el estado judío contaba con 806.000 personas.
La población de Israel también es joven: el 28% de la población tiene entre 0 y 14 años, y solo el 12% tiene 65 años o más.
Según los datos, alrededor del 45% de la población judía total del mundo vive en Israel y alrededor del 79% de los israelíes nacieron aquí.
En 2025, se espera que la población de Israel crezca a 10,2 millones. Deberían ser 11,2 millones en 2030, 13,2 millones para 2040, y para el Día de la Independencia del centenario de Israel, se espera que la población alcance los 15,2 millones, proyectó CBS.
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
- Nueve heridos en un ataque terrorista con armas de fuego en Samaria
- Las FDI revelan los logros militares de la Operación Flechas del Norte tras el alto el fuego en Líbano
- Tras el debate, la Oxford Union vota que Israel es un estado de «apartheid» que comete «genocidio»
- Irán dice que la UE es “egocéntrica” tras una reunión sobre las tensiones geopolíticas
- El aumento del antisemitismo debe ser una llamada de atención mundial