Opinión: Sólo obteniendo el control –militar y civil– de todos los centros de operaciones de Hamás se podrá derrocar a la organización terrorista que controla Gaza
Por General de brigada (res.) Amir Avivi
Como Hamás no es un país, sino una organización terrorista, opera de manera descentralizada. Sus centros de gobierno y sus agentes de alto rango están dispersos en varios lugares e incluso en distintos países. En la Franja de Gaza, Hamás tiene tres centros de actividad: la ciudad de Gaza, Khan Younis y Rafah. Sólo obteniendo el control –militar y civil– de los tres podrá derrocarse a la organización terrorista Hamás que controla Gaza.
Khan Younis se convirtió en su centro de gobierno alternativo después de la ciudad de Gaza.
Hasta el día de hoy, Hamás considera a Khan Younis como uno de sus centros clave y por ello construyó allí un centro de gobierno alternativo. Ésta es precisamente la razón por la que, cuando las FDI comenzaron a operar en la ciudad de Gaza, Hamás no tuvo ningún problema en retirarse y reagruparse en Khan Younis y dirigir la batalla desde allí.
El derrocamiento de la brigada de Khan Younis supuso un duro golpe para Hamás
En términos de las FDI, la batalla de Khan Younis fue excepcional, ya que requirió el combate simultáneo de siete brigadas, lo que es en sí mismo una prueba de lo fuertemente fortificada que estaba la ciudad. En última instancia, cuando las FDI vencieron a la Brigada de Khan Younis, supusieron un duro golpe para la capacidad de mando y control de Hamás. Dicho esto, dado que Hamás es muy flexible y hábil para encontrar soluciones alternativas, se retiró a Rafah, y hasta el día de hoy está demostrando ser capaz de librar sus batallas desde allí.
Rafah es el último bastión de Hamás y su base económica
Rafah es el último bastión de Hamás. La organización tiene allí una brigada entera, que incluye cuatro batallones y, aparentemente, es donde están los líderes de la organización y nuestros rehenes. Aquí también es donde opera una floreciente industria del contrabando, que genera importantes cantidades de dinero en las arcas de Hamás, que sirven como base económica para el aumento de su fuerza.
Cuando Israel renunció al control de Rafah, estimuló una escalada terrorista masiva
Hasta los Acuerdos de Oslo, Israel gobernaba tanto Rafah como el Corredor de Filadelfia, sin embargo, cuando se firmaron los acuerdos, Israel renunció a su control sobre la ciudad. Esta concesión también estimuló el desarrollo de una próspera industria de túneles y contrabando, acelerando la escalada de la actividad terrorista. Desde que estalló la guerra, Hamás ha seguido aumentando su fuerza mediante armamento y mano de obra que pasa por los túneles de la ciudad. Esta acumulación de fuerzas le ha costado muy caro a Israel en pérdidas de vidas.
La única manera de derrocar a Hamás es tomar Rafah como centro final de operaciones
Desde la retirada de Gaza en 2005, los ataques terroristas desde la franja costera aumentaron aún más. En 2006, el soldado israelí Gilad Shalit fue secuestrado en la región de Kerem Shalom, cerca de Rafah, y un año después Hamás tomó el control de toda la Franja. Al mismo tiempo, la industria de los túneles siguió desarrollándose y se convirtió en un proyecto que generaba miles de millones de dólares cada año. En este caso, Hamás pasó de ser una organización a pequeña escala a un ejército terrorista de pleno derecho. Por lo tanto, está claro que derrocar al régimen de Hamás sólo será posible después de tomar por completo todos sus centros de gravedad operativos, incluida la ciudad de Rafah.
También debemos establecer un gobierno alternativo inmediatamente después del conflicto.
Sin embargo, también tenemos la intención de evitar cualquier posibilidad de un resurgimiento futuro de Hamás. Para asegurarnos de que no pueda recuperar su fuerza y tomar el poder de nuevo, no sólo tenemos que cortar sus vínculos con sus fuentes de sustento financiero, sino que también debemos establecer un gobierno alternativo que funcione inmediatamente después del cese de las hostilidades, que aborde todos los aspectos civiles y humanitarios de la vida en la Franja de Gaza.
Está claro que el derrocamiento del régimen de Hamás sólo será posible después de haber tomado por completo la ciudad de Rafah. No hay duda de que Israel tiene muchos desafíos por delante y pasarán años hasta que veamos paz y estabilidad en Gaza; sin embargo, mientras tanto, nuestro objetivo es común: la conquista completa de la ciudad de Rafah, el último símbolo administrativo de Hamás y el escenario en el que se ganará toda la guerra.
El general de brigada (en reserva) Amir Avivi es el fundador y presidente del Foro de Defensa y Seguridad de Israel (IDSF).
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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