A pesar de que el gobierno de Berlín dijo hace varias semanas que «no hay embargo a las exportaciones de armas a Israel; cada solicitud se examina según sus propios méritos», el periódico alemán Bild desvela una realidad diferente tras bambalinas. Una promesa escrita de Israel podría haber resuelto el impasse.
El periódico alemán Bild lanzó el domingo una bomba política, al afirmar que el gobierno alemán ha estado obstruyendo deliberadamente el suministro de armas a Israel durante meses, en contra de las reiteradas negaciones de que exista tal embargo.
El explosivo tema de la suspensión de las ventas de armas a Israel estalló en un acalorado debate en el Bundestag el jueves. Friedrich Merz, líder del principal partido de la oposición, la CDU, lanzó una dura acusación contra la coalición gobernante, acusándola de obstaculizar las licencias de exportación de municiones cruciales y piezas de repuesto para tanques «durante semanas y meses». La acusación provocó que el canciller Olaf Scholz se apresurara a tomar el micrófono, declarando enfáticamente: «Hemos suministrado armas y seguiremos suministrando armas».
Captura de pantalla del informe de Bild
Sin embargo, la realidad sobre el terreno cuenta una historia diferente. Desde marzo, Alemania no ha dado luz verde a ninguna licencia para exportar armas a Israel. Bild revela ahora la supuesta razón detrás de este embargo de facto: se informó de que los nuevos suministros de armas a Israel fueron bloqueados en las oscuras cámaras del Consejo Federal de Seguridad. Este organismo secreto, que incluye a la canciller y a los ministros de alto rango de todos los partidos de la coalición, tiene el poder de aprobar o rechazar nuevos acuerdos de armas a puerta cerrada. Múltiples fuentes dentro del gobierno alemán y los círculos de seguridad confirmaron a Bild que la congelación de los suministros de armas fue instigada a instancias de dos pesos pesados del Partido Verde: el ministro de Economía Robert Habeck y la ministra de Asuntos Exteriores Annalena Baerbock. Israel se ha quedado con las manos vacías, sin recibir armas alemanas durante meses.
Públicamente, el Ministerio de Economía alemán mantuvo una postura diferente. En respuesta a la investigación de Bild el mes pasado, insistió: «No hay embargo a las exportaciones de armas a Israel; cada solicitud se examina según sus propios méritos». Pero entre bastidores se estaba desarrollando una historia diferente. Las urgentes peticiones israelíes de armas y piezas de repuesto –componentes esenciales para tanques y helicópteros– quedaron languideciendo en un limbo burocrático. Las fuentes de Bild revelan que los Verdes levantaron un formidable obstáculo, negándose a ceder en las aprobaciones hasta que Israel cumpliera su controvertida condición: una promesa escrita de que “las armas procedentes de Alemania no se utilizarán para el genocidio”.
Los conocedores del asunto no se anduvieron con rodeos y calificaron de «absurda» la exigencia de Habeck y Baerbock, que argumentan que tenía un único propósito apenas velado: restringir el suministro de armas a Israel. La mera sugerencia de tal requisito, sostienen, arroja implícitamente una sombra de sospecha de que Israel podría estar cometiendo genocidio, una acusación que normalmente sólo lanzan los adversarios más virulentos del Estado judío. Desde un punto de vista práctico, la exigencia era igualmente desconcertante. Después de todo, si una nación realmente tuviera la intención de cometer genocidio, ¿serviría una simple firma como elemento disuasorio eficaz? La situación de Israel se vio agravada aún más por la imposibilidad de garantizar que ningún organismo internacional antiisraelí formulara acusaciones de genocidio contra el Estado judío.
El Ministerio de Economía, dirigido por Robert Habeck, ha respondido a la presión del Bild y ha recurrido al protocolo, afirmando que «por regla general, no informa sobre las decisiones y votaciones del Consejo Federal de Seguridad». Añadió que el gobierno alemán emplea «todos los medios» para «reforzar la autodefensa de Israel» dentro de los límites del derecho internacional. Las fuentes del Bild indican que el impasse puede haberse superado recientemente, ya que Israel habría firmado el compromiso requerido hace unos días. Se dice que el documento llegó a Berlín el jueves, allanando el camino para que el canciller Olaf Scholz anunciara en el Bundestag que «pronto se realizará un suministro adicional de armas».
Según se informa, el Consejo Federal de Seguridad ha tomado una decisión condicional, acordando aprobar automáticamente el suministro de piezas de repuesto que se necesitan con urgencia una vez que se reciba el compromiso firmado de Israel. Sin embargo, la congelación durante meses de las exportaciones de armas, municiones y piezas de repuesto -en un momento en que Israel está involucrado en un conflicto en varios frentes- arroja una larga sombra sobre el ministro de Economía, Robert Habeck. El ministro, que en noviembre de 2023 fue noticia por un discurso en apoyo de Israel, ahora se enfrenta al escrutinio por su papel en la prolongación del embargo de armas al Estado judío.
La controversia adquiere dimensiones adicionales cuando se contrasta con el enfoque de los ministros del Partido Verde respecto de los acuerdos de armas con otras naciones. A fines de 2023, el consejo dio luz verde al suministro de aviones de combate a Arabia Saudita. Más recientemente, en septiembre de 2024, aprobó un enorme acuerdo de armas por 367 millones de dólares con Turquía, a pesar de las preocupaciones en curso sobre las acciones militares del presidente Recep Tayyip Erdogan en las áreas kurdas y el supuesto apoyo a Hamás.
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
- Reino Unido, Francia y Alemania instan a Israel a aumentar la ayuda a Gaza para el invierno
- Trump advierte que habrá un ‘infierno que pagar’ si los rehenes no son liberados antes de que asuma el cargo
- Abatidos: Siete terroristas que participaron en la masacre del 7 de octubre
- Las cicatrices persistentes de Nova: el trastorno de estrés postraumático y el miedo a los suicidios encienden las alarmas
- ‘Puede que pase otra semana o un mes, pero Jabaliya caerá’