El presidente palestino acude al campo de refugiados dominado por milicianos para pedir unidad ante Israel
El presidente palestino, Mahmud Abbas, a su llegada al campo de refugiados próximo a Yenin este miércoles.
Por Sal Emergui
En su primera visita al campo de refugiados de Yenin en casi 20 años (estuvo en la ciudad en 2012), el presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) transmitió un mensaje de control de la situación, lanzó un llamamiento a la unidad de su pueblo y, sobre todo, expresó su apoyo una semana después de la mayor operación israelí contra los grupos armados en el norte de Cisjordania en dos décadas.
Las 48 horas de incursión militar de Israel en el campo de refugiados de Yenin, que acabó con 12 milicianos muertos y un centenar de heridos y un soldado fallecido, fue condenada por todas las facciones palestinas incluyendo las más importantes: Al Fatah de Abu Mazen, el grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, y el proiraní Yihad Islámica, con enorme poder en este pequeño enclave cisjordano.
«Yenin es el ícono de la lucha, la constancia y el desafío. Se mantuvo firme frente a la agresión y la ocupación e hizo muchos sacrificios por el bien de la patria», afirmó el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que tras colocar una ofrenda floral ante las tumbas de nueve milicianos muertos, elogió su «papel patriótico».
«Todo el pueblo palestino está con los residentes de Yenin y su campamento hasta que logremos la victoria», añadió Abu Mazen, que llegó de la Mukata de Ramala en helicóptero jordano y bajo un gran despliegue de efectivos de seguridad de la ANP.
El veterano dirigente prometió ayuda al campo de refugiados tras la operación (incluyendo drones) que causó numerosos y severos daños materiales. Aunque no estuvo mucho tiempo, pudo ver las secuelas del paso del Ejército en calles con el asfalto completamente levantado en una acción que Israel justificó para detectar y desactivar explosivos colocados por los palestinos.
MOMENTO DE GRAN TENSIÓN
Su visita coincide -y no es casual- con un momento de gran tensión. El norte de Cisjordania se acerca con paso firme al caos y la inestabilidad tras nueve años de parálisis del proceso de paz y 16 meses marcados por atentados, incursiones y choques armados, el auge de milicianos y la pérdida de control, popularidad y legitimidad de la ANP que tampoco mantiene contacto directo con el nuevo Gobierno de Benjamín Netanyahu que por su parte ha aumentado la aprobación de casas en las colonias en su primer semestre en el poder.
En su primera visita al campo de refugiados de Yenin en casi 20 años (estuvo en la ciudad en 2012), el presidente palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) transmitió un mensaje de control de la situación, lanzó un llamamiento a la unidad de su pueblo y, sobre todo, expresó su apoyo una semana después de la mayor operación israelí contra los grupos armados en el norte de Cisjordania en dos décadas.
Desde hace meses, las autoridades israelíes exigen a la ANP que recupere el control de Yenin y Nablus, feudos armados palestinos, y avisan de que «de lo contrario no tenemos más remedio que actuar para abortar atentados terroristas contra nuestros ciudadanos y soldados».
SEGUNDA INTIFADA
El campo de refugiados de Yenin fue el protagonista de uno de los episodios más importantes de la Segunda Intifada. Tras una oleada de atentados suicidas palestinos, Israel lanzó en 2002 la operación Muro Defensivo ocupando zonas que estaban bajo el control de la ANP tras los Acuerdos de Oslo. Al menos 52 palestinos (entre milicianos y civiles) y 23 soldados israelíes murieron en la incursión en el campo de refugiados de Yenin que 21 años después vuelve a ser «el bastión de la resistencia armada contra la ocupación» (según los palestinos) o «la capital del terrorismo» (según los israelíes).
Por todo su simbolismo, Yenin ha sido el escenario elegido por Abu Mazen para lanzar un mensaje de unidad ante la escisión plasmada desde 2007 en dos entes separados a nivel político y geográfico: Cisjordania de Al Fatah y Gaza de Hamas. «Somos una sola autoridad, un solo Estado, una sola ley y una sola seguridad y estabilidad», dijo antes de advertir: «Cortaremos la mano de quien obstaculice la unidad y la seguridad de nuestro pueblo».
Y si algo une a los palestinos es Jerusalén, Abu Mazen fue claro al señalar que «es la capital del Estado de Palestina y no Abu Dis. Seguiremos firmes y permaneceremos en nuestra tierra».
Fuente: ElMundo.es
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