El Centro Nacional de Medicina Forense se prepara para una operación de identificación delicada y compleja de los rehenes fallecidos que serán devueltos a Israel. «Nos enfrentamos a un desafío profesional, pero estamos preparados. Debemos tener cero errores»
Los rehenes fallecidos
El Centro Nacional de Medicina Forense ha estado realizando preparativos para el regreso de los rehenes fallecidos a Israel, según informó el Ministerio de Salud en una conferencia de prensa el domingo. El ministerio señaló que, por el momento, se desconoce cuántos rehenes fallecidos serán devueltos el lunes.
“Sabemos lo que se prometió en el acuerdo y esperamos, por las familias, que sea lo antes posible”, dijo el Dr. Hagar Mizrahi, jefe de la división médica del Ministerio de Salud.
Los preparativos incluyen a decenas de expertos de diferentes campos, en coordinación con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el Rabinato Militar, la policía y el Ministerio de Servicios Religiosos. El Centro Nacional de Medicina Forense aclaró que su objetivo es completar los exámenes de identificación en cuestión de horas o días. «Hay casos que pueden concluirse en pocas horas, pero en casos más complejos, el proceso de identificación puede tardar de ocho a diez horas, e incluso más», explicó la Dra. Nurit Bublil, directora de los laboratorios del Instituto Nacional de Medicina Forense.
“Los factores cruciales que influyen en esto son el estado de la muestra, que refleja el estado de los restos, y que depende de muchas variables, como la duración del entierro y la causa de la muerte”, añadió. Según Bublil, el centro cuenta con todos los medios tecnológicos necesarios para lograr la identificación en el menor tiempo posible, manteniendo la precisión y la fiabilidad.
Representantes del centro explicaron que existen varios métodos de identificación forense aceptados en Occidente, como huellas dactilares, comparación dental, pruebas de imagen y pruebas de ADN. Normalmente, la identificación se realiza mediante al menos dos métodos científicos diferentes para verificar el resultado, aunque esto no siempre es posible.
«Nos enfrentamos a un reto profesional, pero estamos preparados», declaró el Dr. Chen Kugel, director del Centro Nacional de Medicina Forense, durante la sesión informativa. Añadió que los restos de los rehenes serán trasladados directamente al instituto, donde los equipos comenzarán los exámenes exhaustivos.
Cada conjunto de restos se someterá a un exhaustivo procedimiento médico-legal que consta de varias etapas. Primero, se realizará una tomografía computarizada corporal completa avanzada para localizar marcadores únicos que permitan la comparación con imágenes pre-mortem o información médica. Posteriormente, un médico especialista realizará un examen médico-legal exhaustivo, que incluirá la identificación de signos externos como cicatrices, tatuajes y lesiones características, además de recopilar datos que ayudarán a determinar la causa de la muerte en la medida de lo posible.
Paralelamente, se realizará un examen dental para comparar radiografías dentales e historiales médicos previos, a cargo de dentistas de la unidad de voluntarios de la policía. Además, especialistas realizarán exámenes médicos forenses y antropológicos y, de ser necesario, se realizarán pruebas radiológicas adicionales para diagnosticar marcadores médicos especiales, como implantes ortopédicos, que se compararán con la información médica previa proporcionada sobre los restos.
También se buscará conocer qué sucedió con el fallecido antes de su muerte.
Se tomarán muestras de ADN de los restos para realizar pruebas avanzadas en el laboratorio biológico del centro. En casos donde la identificación sea compleja, expertos de diversas áreas colaborarán hasta obtener una certeza total. Además de los procedimientos de identificación, el equipo del centro también intentará investigar las circunstancias y la causa de la muerte, en la medida en que lo permita el estado de los restos. «Nuestro objetivo también es conocer qué sucedió con el fallecido antes de su muerte, para brindar la mayor cantidad de información posible a la familia y permitirles una especie de cierre», explicó Kugel.
“El proceso depende de los hallazgos que se transfieran, de los restos humanos que se traigan, y sin duda el tiempo deja huella”, afirmó Kugel. Sin embargo, enfatizó que, dada la amplia experiencia acumulada por el instituto, confía en la capacidad de los equipos para identificar todos los restos.
“Nunca se ha producido un suceso con tantas víctimas a esta escala en el que se haya identificado el 100% de los restos, y en Israel sí ha sucedido. Hasta ahora, hemos identificado a todos. En el desastre de las Torres Gemelas, por ejemplo, donde murieron 2700 personas, solo se han identificado unas 1700 hasta la fecha. Dada la experiencia acumulada, y a pesar del difícil estado en el que puedan encontrarse algunos de los restos de los rehenes, los identificaremos a todos. El tiempo que lleve dependerá de los hallazgos”, añadió. Señaló que la responsabilidad es particularmente grande: “Dios no permita que cometamos ningún error. Debe haber cero errores”. Desde el estallido de la guerra, el instituto ha operado ininterrumpidamente y ha realizado cientos de procedimientos de identificación y tratamiento de los asesinados y fallecidos en la Guerra de las Espadas de Hierro. Paralelamente a esta intensa labor, los equipos del centro han trabajado en el problema de los rehenes, en colaboración con las agencias de seguridad y salud. Hasta la fecha, el centro ha identificado los restos de 55 rehenes que fueron mantenidos cautivos y llevados a Israel para su entierro.
“El 7 de octubre no ha terminado para nosotros”, declaró Bublil. “Hemos trabajado en este marco durante los últimos dos años. En el laboratorio, analizamos miles de muestras que llegaron del lado de Gaza durante ese período. Incluso después de completar la mayoría de las identificaciones, no dejamos de intentar localizar los restos de las víctimas de rehenes, y este trabajo continúa hoy. Esperamos que este suceso termine y que los restos finalmente sean llevados para su entierro”.
El Centro Nacional de Medicina Forense señala que, desde el 7 de octubre, la capacidad y el trabajo de identificación han mejorado significativamente, entre otras cosas gracias al aumento de personal médico y a la modernización de los sistemas de imágenes. “Se incorporaron tecnologías, pero lo que más cambió fue la experiencia”, explica Bublil. “Si en el pasado lejano, antes de los sucesos del 7 de octubre, la extracción de ADN de los huesos era un proceso que duraba un mínimo de ocho horas para obtener el máximo rendimiento, hoy, en algunos casos, solo toma de dos a tres horas”. Bublil añadió que la comunicación entre los equipos mejoró gracias a esas lecciones: “Este es un acontecimiento dramático en todos los sentidos, que nos obligó a realizar muchos cambios, que han permanecido con nosotros desde entonces”. Dijo: “Las familias están ante nuestros ojos. Queremos darles la noticia que les permitirá llevar a sus seres queridos a una tumba israelí. Esto tiene una importancia inmensa”.
Mizrahi enfatizó la sensibilidad humana que implica la misión: “Este es un trabajo que conlleva una gran sensibilidad, y es un momento muy complejo. No olvidamos que hay 48 rehenes; los estamos esperando a todos y tratamos el asunto con gran humildad”.
El Ministerio de Salud hizo un llamado a la población durante estos días sensibles a actuar con responsabilidad, a abstenerse de difundir rumores sobre los repatriados y los restos, y a obtener información actualizada únicamente de fuentes oficiales.
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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