Itamar, de 17 años, fue golpeado por una piedra que le arrojó un árabe en el barrio de Shimon HaTzadik. Su padre dice: ‘Le aplastaron el cráneo’.
Itamar Alkobi, de 17 años, resultó gravemente herido durante los disturbios árabes en el barrio Shimon Ha’Tzadik de Jerusalén antes de ser trasladado a Hadassah Ein Kerem para recibir tratamiento.
Según la policía, se desarrolló un disturbio en el área que incluyó enfrentamientos violentos entre árabes locales y judíos. Dos personas resultaron heridas en los hechos de la jornada.
El padre de Itamar, Dov, describió lo que le sucedió a su hijo y advirtió que «la escritura está en la pared», en una conversación con Channel 12 News, y agregó: «Itamar se encuentra actualmente en cuidados intensivos, lo operaron y se suponía que recuperaría la conciencia, pero él está débil y tiene problemas para levantarse», dijo Dov al reportero Roni Katsover.
“A mi hijo lo golpearon con una piedra que le tiraron en la frente y le aplastó el cráneo. Hubo intención y medios. La única descripción es que intentaron asesinar a mi hijo”, recuerda.
“Llegó al barrio con un grupo de muchachos que estaban sentados en la sucá del residente del barrio Tal Yushobiev. A las 20:00 horas llegó un grupo de adolescentes árabes y empezaron a rodear las casas. Alrededor de las 21:30 horas mi hijo y su amigos decidieron salir y ver qué estaba pasando. Cuando llegaron, uno de los árabes logró golpearlo en la cabeza con una piedra, derribándolo. Sus amigos pidieron ayuda médica y lo trasladaron al hospital Hadassah Ein Kerem. Esta mañana entró en una cirugía que duró tres horas», continuó Dov.
Alkobi agregó que: «Estos son niños sin equipo de protección que se enfrentaron a los alborotadores. Este fue claramente un caso de intento de asesinato».
Dov dice que el ataque no estuvo relacionado con la presencia del ministro Ben-Gvir en la escena: «Los niños no estaban con Ben-Gvir. No estaba relacionado con eso. Estaba en el área pero nuestros hijos estaban desprotegidos, casi sin fuerzas de seguridad alrededor de ellos.»
Tras el incidente, la policía y los soldados de Jerusalén arrestaron a 11 sospechosos por arrojar piedras, y algunos de ellos quedaron atrapados en el acto. Otros también fueron detenidos en sus domicilios por su participación en los disturbios.
Fuente: ArutzSheva- Traducido por UnidosxIsrael
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