Cuatro activistas acusados de apoyar indirectamente a Hamás y a organizaciones pro-Hamás. Tres se suman a las protestas que coreaban el lema «Del río al mar», prohibido en el país.

Alemania está tomando medidas para deportar a cuatro residentes extranjeros de Berlín por su presunta actividad en protestas propalestinas, una medida que probablemente pondrá a prueba una ley fundamental promulgada tras el Holocausto.
Tres de los residentes son ciudadanos de la Unión Europea, que normalmente permite la libre circulación entre los Estados miembros. Kasia Wlaszczyk es ciudadana de Polonia, y Shane O’Brien y Roberta Murray son ciudadanos de Irlanda.
El cuarto, Cooper Longbottom, es un ciudadano estadounidense de 27 años de Seattle que se enfrenta a una prohibición de entrada a los 29 países europeos del espacio Schengen durante dos años tras salir de Alemania.
Las autoridades de inmigración alemanas ordenaron la expulsión de este grupo basándose en acusaciones separadas relacionadas con manifestaciones propalestinas, incluyendo una sentada en la estación central de tren de Berlín, un bloqueo de carreteras y la ocupación de un edificio en la Universidad Libre, según información obtenida por el medio de comunicación de izquierda The Intercept.
Las órdenes de deportación indican que dos de los manifestantes llamaron «fascista» a un policía (insultar a un agente es ilegal en Alemania) y tres se manifestaron con grupos que coreaban «del río al mar, Palestina será libre», un lema que el país prohibió el año pasado por considerarlo antisemita. Todos ellos también están acusados de apoyar «indirectamente» a Hamás y a organizaciones pro-Hamás en Europa.
Se les ha dado como fecha límite el 21 de abril para abandonar Alemania o ser deportados forzosamente.
Ninguno de ellos ha sido condenado por ningún delito. Según la legislación alemana, no se requiere una condena para la deportación, pero aun así se espera que las autoridades proporcionen justificaciones proporcionales a la pena.
Como parte de este razonamiento, tres de las órdenes de deportación hacen referencia a la «Staatsräson» (razón de Estado) alemana.
Según esta doctrina, de gran peso en la política alemana, la historia del Holocausto hace imperativo que Alemania defienda a Israel como justificación de su propia existencia.
Sin embargo, la Staatsräson no se utiliza habitualmente en el ámbito legal. El abogado Thomas Oberhäuser, ajeno a los casos, declaró a The Intercept que invocar este principio en los procedimientos de deportación era «inadmisible desde el punto de vista constitucional».
Las autoridades alemanas decidieron deportar a los cuatro residentes en un contexto de endurecimiento de las restricciones migratorias impulsado por el Ministerio del Interior del gobierno saliente del canciller Olaf Scholz.
El centroderechista Friedrich Merz, vencedor de las recientes elecciones alemanas, prometió durante su campaña una represión drástica de la migración, proponiendo que todos los extranjeros indocumentados fueran rechazados en la frontera.
Alexander Gorski, abogado que representa a dos de las personas que enfrentan la deportación, comparó los casos de sus clientes con los arrestos y la deportación de activistas propalestinos en Estados Unidos, especialmente aquellos vinculados a protestas en universidades.
“Desde una perspectiva legal, nos alarmó el razonamiento, que nos recordó el caso de Mahmoud Khalil”, declaró Gorski a The Intercept.
Khalil, recién graduado de la Universidad de Columbia y activista antiisraelí con tarjeta de residencia permanente, fue arrestado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en marzo y se encuentra recluido en un centro de detención de Luisiana.
El caso ha llamado la atención por ser una prueba del derecho a la libertad de expresión, y sus partidarios afirman que fue perseguido por discrepar públicamente con la política estadounidense sobre Israel y sus acciones militares en Gaza. Khalil se ha autodenominado preso político.
En un escrito judicial a principios de esta semana, el gobierno estadounidense alegó que Khalil ocultó en su solicitud de visa que trabajaba para la UNRWA, una agencia de ayuda humanitaria palestina de la ONU, argumentando que esto debería ser motivo de deportación.
Fuente: TheTimesofIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
- Mariposa rebautizada en honor al rehén as3sin4do Ariel Bibas
- La copa de kidush más antigua del mundo se exhibirá al público en Nueva York
- Imágenes del soldado Matan Angrest siendo secuestrado el 7 de octubre e interrogado en Gaza
- Harvard sanciona a grupo pro palestino tras protesta antiisraelí
- Nicaragua desiste de demanda de la CIJ contra Israel