Hamás parece ser capaz de conseguir ceses del fuego de facto durante el Ramadán cada año y no tener que hacer nada a cambio.
Por Seth J. Frantzman
El 1 de marzo finalizó la primera fase del acuerdo de alto el fuego y de rehenes entre Hamás e Israel. Normalmente, cuando finaliza un acuerdo de alto el fuego, las dos partes deberían volver a luchar. Esto es especialmente cierto si una de las partes no obtiene nada a cambio.
Sin embargo, más de una semana y media después, Hamás está recibiendo un alto el fuego e Israel no ha recibido rehenes a cambio. Durante la primera fase del acuerdo de alto el fuego, se liberaron treinta y tres rehenes en 42 días. Antes, se liberaban alrededor de tres rehenes cada sábado.
El 8 de marzo no se liberó a ningún rehén.
La pregunta es cómo Hamas superó a Israel para conseguir que se extendiera el alto el fuego sin recibir nada a cambio. Una pregunta más amplia es cómo coincidió con el Ramadán.
Parece que Hamas también logró superar a Israel el año pasado durante el Ramadán 2024, que tuvo lugar en marzo. Durante ese período, Israel también redujo la intensidad de las operaciones en Gaza y Hamas pudo recuperarse.
Hamás parece ser capaz de asegurar ceses del fuego de facto durante el Ramadán cada año y no tener que hacer nada a cambio. Esto contrasta con la forma en que Hamás trata a Israel. En Simjat Torá de 2023, Hamás atacó a Israel y asesinó a más de 1.000 personas y tomó a 250 como rehenes.
Hoy Hamás está sentado en Gaza como si hubiera ganado la guerra. Se relaja y sus hombres caminan libremente. Un gran número de terroristas han sido liberados en enero y febrero para asegurar el acuerdo. No hay repercusiones para Hamás. Durante el alto el fuego de facto del Ramadán de 2024, las FDI seguían operando en partes de Gaza, como el corredor de Netzarim y hubo ataques aéreos. Hoy no hay ataques aéreos ni tanques en Netzarim. El único lugar que las FDI siguen controlando en Gaza es el corredor de Filadelfia a lo largo de la frontera con Egipto.
Hamás dice que quiere la segunda fase del acuerdo de alto el fuego. Israel ha dicho que no entrará en la segunda fase, en la que la guerra termina e Israel abandona Rafah y Hamás libera a todos los rehenes. Israel ha sido firme en su postura de que no lo hará.
Hamás puso en evidencia a Israel el 1 de marzo y este último no decidió volver a la guerra. Puede que haya algunas razones para ello. Las FDI están en transición del ex jefe del Estado Mayor, el teniente general Herzi Halevi, al nuevo jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, que asumió las riendas del ejército el 5 de marzo.
Por otra parte, parece que se creía que Hamás sería flexible y aceptaría las condiciones de Israel. Cuando Hamás no aceptó después del 1 de marzo, se habló de lo que podría ocurrir a continuación. Algunos informes afirmaron que Israel volvería a luchar en «días» o una semana.
La participación de EE.UU.
Sin embargo, Hamás volvió a poner en evidencia este engaño y simplemente esperó. Hamás cree que el tiempo está de su lado. Otro aspecto del alto el fuego que continuó fueron los informes de que el enviado de Trump, Steve Witkoff, vendría y negociaría un acuerdo como lo hizo a mediados de enero durante el período previo al primer acuerdo.
Sin embargo, Witkoff tiene muchas cosas en su agenda. Los informes indicaron que, en ausencia de la fase 2, Witkoff favorecía una propuesta en la que la mitad de los rehenes restantes en Gaza serían liberados el primer día de un nuevo acuerdo, y la otra mitad al final del acuerdo, cuando tal vez terminara la guerra, o al menos el Ramadán y la Pascua.
Sin embargo, Hamás aparentemente sintió que podía negociar para mejorar. Así, después de unos días surgieron informes de otro acuerdo. Tal vez Hamás liberaría a 10 rehenes vivos por un alto el fuego de 60 días. Hamás jugó con el tiempo y tampoco pareció interesarle ese acuerdo.
Ahora, los informes indican que Hamas ha estado en contacto directo con la administración Trump. Adam Boehler, el enviado especial del presidente estadounidense para asuntos de rehenes, realizó rondas de entrevistas el 9 de marzo para discutir la iniciativa de discutir un acuerdo con Hamas. Estados Unidos quiere que los rehenes sean liberados y Trump se ha reunido con ellos. Trump quiere que algo suceda. Está dispuesto a hacer lo que sea necesario para sacar a los rehenes, incluidos los rehenes estadounidenses, de Gaza.
En algunos círculos de Israel ha habido preocupación por las conversaciones directas con Hamas. Israel no parece tener prisa por llegar a un acuerdo. Estados Unidos parece tener más prisa por sacar a los rehenes de Gaza. Hamas entiende la interacción aquí y asume que puede esperar hasta el Ramadán y que nada sucederá.
Israel ha dicho que ha cortado la ayuda a Gaza y también ha cortado la electricidad. Estas decisiones parecen más performativas que efectivas. Hamas tiene electricidad en Gaza. Hamas ha acumulado ayuda de la primera fase del alto el fuego. Por lo tanto, Hamas continúa relajándose. Hamás lee los informes israelíes sobre el aumento gradual de la presión israelí y la consideración de otras operaciones en Gaza.
Hamás sabe leer y piensa que no va a pasar nada. También parece pensar que puede poner a Estados Unidos en su contra mediante el estancamiento y la realización de diversas vías de negociación a través de Doha y El Cairo.
La historia general aquí es simple. A Hamás le interesa tener un alto el fuego y recuperarse y reconstruirse. Mientras Israel y Estados Unidos estén dispuestos a hablar sin cesar con Hamás, tal como sucedió a lo largo de 2024 y terminó sin acuerdo, Hamás y sus aliados en Doha y El Cairo seguirán superando a Israel y Estados Unidos. Esta es la historia de cómo Hamás recibió un alto el fuego en Ramadán y hasta ahora no ha tenido que hacer nada a cambio.
Fuente: JPost- Traducido por UnidosxIsrael
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