Descubre los fascinantes atractivos de Israel, un país con una fascinante historia milenaria que convive con la modernidad de estos tiempos.
Empezamos el viaje en Tel Aviv, cuyo nombre en hebreo significa “la colina de la primavera”. Te recomendamos ir directo a la Ciudad Vieja de Jaffa, donde conocerás uno de los puertos más antiguos del mundo, con nada menos que 5.000 años de existencia. Vívelo a través de sus laberínticas calles y luego sigue con el Sarona Market, en la calle Kalman Magen, a 11 minutos del Museo de Arte de Tel Aviv. En sus puestos degusta platos desde US$4.
Si no es invierno y hay buen clima, sumérgete en algunas de sus 13 playas. Las que más destacan son Delfinario, Hilton, Gordon, Aviv y Nordau (esta última con horarios distintos para hombres y mujeres). Después, alquila una bicicleta en una de las estaciones municipales o toma un tour en segway de dos horas por el paseo marítimo Ha Tayelet, cuyo costo es de US$70 por persona (webt.co.il). Es una manera distinta de recorrer la capital cultural de Israel y de conocer más en poco tiempo.
Termina el día por el pintoresco barrio de Neve Tzedek, el primer asentamiento judío de Tel Aviv, donde destacan casas que conservan el encanto de la escuela Bauhaus. Hay visitas guiadas gratuitas, patrocinadas por la alcaldía. Encuentra más información en la web: visit-tel-aviv.com/free-walking-tours.
Seguimos hacia Jerusalén y empezamos en su Ciudad Vieja, un lugar ideal para caminar. Ingresa sin costo a la abadía de Hagia María, también conocida como la basílica de la Asunción, en el Monte Sion. Al salir, bordea la abadía para llegar a unas escaleras que dan a la Sala de la Última Cena (ingreso gratuito). Justo debajo de ella se halla la tumba del rey David. Luego, dirígete hacia la puerta de Sion, que conduce al Barrio Armenio. Sigue a pie por sus calles hasta el Barrio Judío y visita gratis el Cardo, la arteria principal de la antigua ciudad romana.
Continúa hasta unas escaleras que dan a una terraza desde donde se aprecian el Monte de los Olivos, la Cúpula de la Roca y el Muro de los Lamentos. A pocos metros, una puerta te introducirá al Barrio Musulmán, solo que antes debes pasar un control de seguridad muy similar al de un aeropuerto.