Israel, por su parte, decidió hace 5 años disolver la unidad Amshat especializada en recopilar documentos e información útil en la guerra.
Hamás se ha abstenido de disparar cohetes contra Israel desde 2021, abandonando a la otra organización terrorista dominante, la Jihad Islámica Palestina (PIJ), en los conflictos armados, según un informe del Washington Post del miércoles citando a funcionarios israelíes.
El informe añade que el engaño coordinado durante un período de dos años tenía como objetivo “hacer que Israel se sienta complacido”. Parte de los esfuerzos incluyeron que Hamás organizara grandes manifestaciones en la valla fronteriza en los meses previos al ataque, e incluso revelara información de inteligencia sobre la Jihad Islámica a las autoridades israelíes durante un breve conflicto en mayo.
El detallado informe del Washington Post citó a funcionarios activos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que hablaron bajo condición de anonimato, y a ex altos funcionarios que hablaron oficialmente, que pintaron un cuadro que reveló la complacencia en la que cayó el sistema de seguridad israelí.
Hamás planeó un ataque detallado, explica el informe, incluyendo información extremadamente precisa sobre sus objetivos con mapas de las estructuras internas de las bases militares y de las comunidades civiles, de las grandes ciudades y de los pequeños kibutzim, con listas de las armas y equipos que debían utilizarse cada una de las unidades terroristas.
Las instrucciones incluso incluían órdenes de matar a rehenes que causaban demasiados problemas, y un documento compilaba una lista de frases como «quítate los pantalones», «mataremos a los rehenes», «¿cómo se usa el arma?» y más.
Para los propios terroristas, un panfleto contenía una cita: «Su enemigo es una enfermedad que no tiene otra cura que cortarle el hígado y el corazón».
Israel, por su parte, decidió hace cinco años disolver la unidad Amshat especializada en recopilar documentos e información útil en la guerra. La sede fue reactivada tras las masacres del 7 de octubre, en las que 1.200 personas perdieron la vida y más de 240 fueron secuestradas en Gaza, en el día más mortífero de la historia del país.
A pesar de la disolución de la unidad, muchos soldados y analistas llevaban meses advirtiendo que se estaba planeando un ataque desde múltiples frentes, bajo el pretexto de que Hamás realizaría ejercicios militares, mientras se trataba de una preparación sin precedentes para la infiltración de Israel por tierra, aire y mar.
Fuente: i24News- Traducido por UnidosxIsrael
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