Amos Hochstein, mediador de Biden para Israel-Líbano, declaró inútiles las negociaciones con Hezbola. Las tensiones aumentan a medida que evolucionan las estrategias de conflicto; Las FDI se preparan para una posible escalada.
Amos Hochstein, enviado y mediador de la administración Biden para el conflicto israelí-libanés, elevó el nivel de alerta en Israel el miércoles cuando anunció que sus esfuerzos por llegar a un acuerdo entre Israel y Hezbolá habían llegado a un callejón sin salida.
Hezbola insistió durante los meses de combates en que mientras continúen los combates en la Franja de Gaza, seguirá atacando el frente interno israelí. En unas pocas semanas, los intensos combates en Rafah terminarán y las FDI deberían pasar a realizar incursiones basadas en inteligencia contra actividades terroristas.
Sin embargo, la situación de seguridad emergente obligará al gobierno israelí a tomar decisiones sobre el futuro del conflicto con Hezbola. Las opciones incluyen, entre otras, esperar a que se produzca un acontecimiento diplomático, intensificar los combates o lanzar una guerra a gran escala contra la organización chiíta en el Líbano. En este ámbito se podría ver la participación de Irán, los hutíes de Yemen y las milicias chiítas en Irak y Siria.
Un funcionario de seguridad dijo a Walla: «Ahora nos acercamos al momento de la decisión», y los funcionarios de Beirut y Jerusalén comprenden ahora que la situación podría deteriorarse significativamente.
La situación sobre el terreno se agravó en los últimos dos días después de que los terroristas de Hezbolá reanudaran los combates tras una pausa de dos días. Ayer murieron dos terroristas de Hezbolá y anoche murieron otros cuatro. La política de Hezbola es llevar a cabo sus planes a pesar de tener más de 350 de sus terroristas muertos, terroristas que tenían un alto nivel de familiaridad con la región.
Estrategias y preparación
Aquellos que permanecen en puestos de avanzada y sitios temporales operan bajo la sensación de ser perseguidos mientras intentan lanzar misiles antitanques al puesto de avanzada de Narkis y cohetes a Rosh Hanikra.
El foco de las unidades de contraataque de las FDI está en el nivel de mando subalterno de Hezbola, que ha sufrido golpes muy dolorosos que han llevado a una disminución en la escala de los ataques en el frente interno israelí. Por ejemplo, Abu Jaafar Baz, comandante de una brigada costera de Hezbolá, fue eliminado junto con el jefe de la división de artillería de la brigada. Tras su eliminación, se ha observado una disminución en el volumen de lanzamientos de cohetes.
Las FDI estimaron que debido a la presión ejercida por el cuartel general superior de Hezbollah para llevar a cabo más lanzamientos y ataques, el Comando Norte y la Fuerza Aérea de Israel tendrían más oportunidades de atacar en el sur del Líbano basándose en los errores cometidos al otro lado de la frontera.
Se entiende que estas son las semanas más críticas desde que comenzaron los combates en el norte. En foros cerrados, el Jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, dijo a los líderes políticos que las FDI estaban listas para la guerra. Halevi enfatizó a los comandantes de campo en el Norte, tanto en entrenamiento como en operaciones, que la situación de seguridad podría cambiar rápidamente y que deben mantener un alto nivel de preparación y alerta.
Fuente: JPost- Traducido por UnidosxIsrael
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