«Somos muertos que caminan, no nos sentimos humanos», dijeron ambos en el breve vídeo desde la sede de las familias de rehenes. «Estamos otra vez a 30 metros bajo tierra».
Las familias de los rehenes de Gaza, Bar Abraham Kupershtein y Maxim Herkin, publicaron el jueves un breve vídeo de la primera señal de vida que recibieron en un vídeo de propaganda de Hamás hace tres meses.
«Aquí nos morimos con un pulso, no nos sentimos humanos», dijeron ambos en el breve vídeo del Foro de Familias de Rehenes. «Estamos de nuevo a 30 metros bajo tierra».
Aproximadamente un mes después, Hamás publicó otra señal de vida, en la que aparecía Herkin solo.
Las familias se negaron inicialmente a permitir la publicación de los videos. Sin embargo, el foro los publicó el jueves: «Para hacer oír el clamor de las familias de los rehenes ante la posibilidad de un acuerdo parcial que implique selecciones crueles, separando a una familia de otra. Los 50 rehenes y el rehén son casos humanitarios; algunos se encuentran en situaciones de riesgo vital, y otros corren el riesgo de perderse para siempre».
«Las familias exigen un acuerdo general que garantice el regreso del último rehén. Esta es la acción correcta y moral, que no requiere separar a hermanos ni elegir inmoralmente a un rehén en detrimento de otro».
Herkin y Kupershtein fueron secuestrados por Hamás en el festival Nova.
Aunque no era aficionado a las fiestas, Herkin aceptó asistir al festival Nova con dos amigos. Ambos murieron en el ataque de Hamás del 7 de octubre, y sus cuerpos fueron encontrados posteriormente quemados dentro de un vehículo.
Antes de ser tomado como rehén, Herkin logró enviar un mensaje a su madre. «Mamá, todo está bien. Estoy volviendo a casa lentamente», escribió.
Kupershtein fue llevado a Gaza desde la fiesta Nova, donde trabajaba como guardia de seguridad. Durante el ataque, se quedó para ayudar a la policía y al equipo de seguridad israelíes, prestando primeros auxilios a los heridos.
Según se informa, Kupershtein heredó el deseo de ayudar a los demás de su padre, quien era médico voluntario. Tal resultó herido en un grave accidente automovilístico y ha quedado discapacitado desde entonces. Bar ha asumido la mayor parte de las responsabilidades económicas de la familia, trabajando en diversos empleos desde la secundaria, a la vez que colaboraba como voluntario en Yedidim.
La mañana del ataque, la familia de Kupershtein intentó contactar con él durante horas. «Era evidente que algo malo había sucedido», dijo su tía.
Fuente: JPost- Traducido por UnidosxIsrael
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