En medio de la creciente pobreza en Gaza, Hamas renueva los llamados a la llamada ‘Marcha del Retorno’, lo que lleva a los palestinos a organizar disturbios semanales a lo largo de la valla fronteriza; Si bien las FDI no están tomando actualmente medidas proactivas para abordar el problema, se están realizando preparativos en caso de que la situación se agrave.
Los disturbios han regresado a la frontera entre Gaza e Israel, lo que ha provocado el cierre del cruce fronterizo de Erez en el extremo norte del enclave. Esto ha interrumpido los desplazamientos diarios de 17.000 trabajadores palestinos.
Los funcionarios de las FDI sospechan que, aunque Hamás no está organizando directamente los disturbios, el grupo los está permitiendo. Diariamente, entre 100 y 200 palestinos se reúnen en cuatro lugares distintos, donde queman neumáticos y arrojan piedras y artefactos explosivos a la barrera fronteriza. Las autoridades israelíes temen que el cierre del cruce fronterizo de Erez pueda provocar ataques con cohetes de Hamás contra las comunidades fronterizas israelíes cercanas.
Las protestas semanales, que cesaron hace tres años, han resurgido durante el último mes. Ante una grave crisis financiera en Gaza, Hamás ha amenazado con reactivar la llamada «Marcha del Retorno». Saleh al-Arouri, un miembro de alto rango de Hamás al que a menudo se hace referencia como «el comandante militar de Cisjordania», ha sido particularmente elocuente al abogar por un aumento de las protestas. Sus llamados han cobrado impulso a raíz de las frecuentes operaciones de las FDI en áreas de Cisjordania como Jenin y Nablus, así como de las tensiones actuales con Hezbollah a lo largo de la frontera norte de Israel.
Hace aproximadamente un mes, una organización conocida como Autoridad Nacional Suprema para la Gran Marcha del Retorno y el Rompimiento del Sitio, principal responsable de las protestas y disturbios a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel, estableció una serie de campamentos a lo largo de la frontera. Se han empleado excavadoras y otra maquinaria pesada para construir nuevas carreteras y nivelar el terreno cercano, con el objetivo de facilitar las recurrentes protestas del viernes.
Aunque Hamás finalmente optó por cesar sus actividades, esta decisión provocó el surgimiento de varios grupos independientes en Gaza que comenzaron a rebelarse espontáneamente. Estos grupos utilizaron tenues justificaciones para sus acciones, como el sonido del shofar en el Monte del Templo. Aunque Hamás no está orquestando directamente estos acontecimientos, las FDI siguen responsabilizando a la organización palestina.
En la actualidad, la participación sigue siendo limitada: no más de unos pocos cientos de personas participan en los disturbios. Muchos palestinos dudan en unirse, por temor al riesgo de recibir disparos de las FDI. El sentimiento general es que el alto riesgo de sufrir lesiones potencialmente mortales supera las recompensas de simplemente participar en un motín, lo que lleva a muchos a quedarse en casa.
Sin embargo, las FDI operan bajo el supuesto de que la situación podría empeorar en cualquier momento. Esto se debe a incidentes en los que individuos arrojaron artefactos explosivos y se acercaron a la valla con armas de fuego cargadas con munición real. La División de Gaza de las FDI está haciendo los preparativos necesarios para tal escalada, ya que el número de alborotadores podría llegar a miles.
Para mejorar la seguridad, se han instalado sensores terrestres adicionales a lo largo de la frontera, proporcionando una capa adicional de protección para los soldados de las FDI estacionados cerca del enclave.
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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