Anya Eldan, máxima responsable del impulso a startups en la Israel Innovation Authority, explica las causas del éxito de Israel en el ecosistema emprendedor global.
Escrito por Alberto Iglesias Fraga
Israel es conocido actualmente como la ‘startup nation’, un pequeño oasis de innovación y emprendimiento digital justo en medio de una zona de conflictos bélicos y problemáticas sociales de toda índole. Este rol, especialmente sobresaliente en segmentos como la ciberseguridad, no ha sido un constructo logrado de la noche a la mañana… ni mucho menos.
“En los últimos 20 años hemos desarrollado una política muy consistente sobre innovación en Israel, que se ha mantenido pese a los cambios políticos, y en la que la colaboración público-privada es un pilar esencial”, explica Anya Eldan, máxima responsable del impulso a startups en la Israel Innovation Authority. “Si a eso le unimos un papel muy activo de los fondos de inversión en la zona o el espíritu emprendedor que emana de forma natural de nuestra población, tenemos el cóctel perfecto para ser la ‘startup nation”.
Pero no hay que olvidar otra variable clave en este proceso: el tamaño de Israel: “Somos un mercado muy pequeño, no tenemos demanda interna suficiente para subsistir, con lo que esta desventaja inicial la hemos convertido en una posibilidad, ya que obliga a nuestras startups a nacer con una vocación internacional”, explica Eldan.
Con todo ello no es de extrañar que, cada año, surjan en Israel más de 1.000 nuevas startups, la mayoría de ellas de base tecnológica. Asimismo, de entre todo el ecosistema emprendedor de ese país (que oscila entre las 7.000 startups y las 15.000, en función del estudio que se tenga en consideración), el gobierno local apoya a más de 2.000 cada curso, a través de una línea de financiación a fondo perdido. O, dicho de otro modo: si la startup fracasa, no debe devolver ni un solo euro al Estado.
Un apoyo institucional que, sin duda, ayuda a combatir uno de los grandes lastres que Eldan ve en otras economías a la hora de impulsar la innovación: el miedo y la resistencia al cambio.
La dificultad a la hora de captar talento digital
Eso sí, la aventura innovadora de Israel no es un camino de rosas ni mucho menos. Y es que, debido a su tamaño reducido y la situación geopolítica que sufre, la capacidad que tiene este país de captar talento digital de primer nivel es muy reducida.
Sin embargo, en Israel confían en la inversión internacional -principalmente norteamericana y europea- y en la transformación digital en sí misma como recetas contra esta falta de profesionales TIC. “Creemos en la tecnología inclusiva como solución a la falta de talento en determinados segmentos de actividad. Ello implica convertir digitalmente a perfiles que actualmente no se están basando en la tecnología pasa hacer su trabajo”, explica Anya Eldan. “De esta forma conseguiremos aumentar la base de profesionales digitales y, al mismo tiempo, llevar la transformación digital a todos los sectores industriales, de manera transversal”.
Fuente: TicBeat