Según los términos del acuerdo de alto el fuego, las FDI se comprometieron a retirarse del Líbano en un plazo de 60 días. Sin embargo, el lento despliegue del ejército libanés y el extenso arsenal de Hezbolá que aún se encuentra en la región están generando preocupación en Israel.
Israel está explorando la posibilidad de mantener fuerzas de las FDI en posiciones clave en el sur del Líbano incluso después del plazo de 60 días estipulado en el acuerdo de alto el fuego para una retirada completa.
Esta opción se ha planteado en recientes debates políticos y de seguridad de alto nivel por dos razones principales: el lento despliegue del ejército libanés en el sur y el continuo descubrimiento de armamento e infraestructura de Hezbolá, junto con los esfuerzos en curso de la organización terrorista para reconstruir sus capacidades con la asistencia iraní.
Israel está teniendo dificultades para comprender las demoras en el despliegue del ejército libanés. Una posibilidad son las dificultades operativas relacionadas con el envío de fuerzas grandes y capaces al sur. Otro factor podría ser que Hezbolá esté presionando al ejército libanés para que evite tomar posiciones en el sur del Líbano, dejando un vacío que Hezbolá podría explotar más tarde.
En las últimas semanas, Israel se ha quejado repetidamente ante organismos internacionales sobre el lento ritmo de las acciones del ejército libanés, advirtiendo que si el Líbano no cumple con sus obligaciones en virtud del acuerdo, Israel podría tener que permanecer en el sur del Líbano para proteger a sus comunidades del norte.
Durante el fin de semana, las FDI identificaron y destruyeron más infraestructura de Hezbolá en el sur del Líbano, incluido un túnel táctico y diversas armas. Se cree que aún quedan más armamentos e instalaciones, y se están realizando importantes esfuerzos para localizarlos y neutralizarlos en las próximas semanas. Simultáneamente, Israel continúa las operaciones a lo largo de la frontera entre Líbano y Siria para impedir que Hezbolá y sus patrocinadores iraníes introduzcan armas de contrabando al Líbano desde Siria antes de que caigan en manos de los rebeldes.
En consonancia con esto, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo varios ataques la semana pasada contra objetivos de Hezbolá a lo largo de la frontera entre Siria y el Líbano. Los funcionarios israelíes creen que Irán puede buscar rutas alternativas para contrabandear armas avanzadas a Hezbolá, incluidos vuelos directos al aeropuerto de Beirut, eludiendo las estrechas rutas terrestres y marítimas.
Si Irán sigue esos métodos de contrabando directo, Israel se enfrenta a complejos dilemas que van desde la interceptación de aeronaves civiles que ocultan armas hasta la reanudación de los ataques aéreos en Beirut. Israel probablemente alertaría a Estados Unidos y a otras naciones de que dicha actividad viola el acuerdo de alto el fuego, lo que podría provocar una acción unilateral israelí.
La posibilidad de mantener las fuerzas de las FDI en el sur del Líbano se discutirá con las administraciones saliente y entrante de los EE. UU., ya que la fecha límite final de retirada coincide con la toma de posesión del presidente Trump. Tal decisión podría llevar a Hezbolá a violar de manera similar el acuerdo, lo que podría reavivarse las hostilidades, ya sea en una escala limitada o extensa.
Es importante señalar que no se ha tomado ninguna decisión final sobre el mantenimiento de una presencia en el Líbano. Las discusiones continuarán en las próximas semanas, y cualquier decisión probablemente implicará estacionar fuerzas solo en unos pocos lugares clave donde las comunidades israelíes siguen siendo vulnerables debido a la infraestructura de defensa incompleta.
Al mismo tiempo, las FDI se están preparando para mantener sus fuerzas en el frente sirio, incluida la zona de Hermón y al este de la frontera internacional en los Altos del Golán. Si bien los observadores internacionales elogian al líder rebelde Mohammed al-Julani, Israel sigue preocupado por el aumento de la violencia de sus fuerzas contra los restos del régimen de Asad y su ejército.
Los informes recientes incluyen ejecuciones masivas, decapitaciones de opositores al régimen y humillación pública de minorías, especialmente alauitas. En un video que ha circulado ampliamente, se ve a hombres alauitas arrastrándose por el suelo y ladrando, mientras que otro clip muestra a un ex oficial del ejército sirio siendo azotado en público.
Intercepciones de misiles entre Estados Unidos e Israel
La asociación estratégica entre Estados Unidos e Israel ha estado activa con respecto a las amenazas del frente hutí en Yemen. El sistema de defensa antimisiles estadounidense THAAD interceptó un misil disparado contra Israel el jueves por la noche, mientras que el sistema Arrow de Israel interceptó otro misil lanzado desde Yemen el sábado por la noche. Los analistas creen que los hutíes seguirán disparando misiles en los próximos días para demostrar su resistencia a pesar de los ataques israelíes de la semana pasada contra su infraestructura.
Se espera que las fuerzas israelíes y estadounidenses continúen sus ataques contra objetivos hutíes, centrándose en los esfuerzos basados en inteligencia para eliminar a los principales agentes del grupo.
Mientras tanto, las FDI han intensificado las operaciones en Gaza. Durante el fin de semana, aproximadamente 250 palestinos fueron arrestados en el hospital Kamal Adwan y trasladados para ser interrogados en Israel. Al mismo tiempo, los ataques se dirigieron a zonas alrededor de Beit Hanoun después de que se dispararan dos cohetes hacia Jerusalén y el centro de Israel.
Los funcionarios israelíes esperan que esta mayor presión acorrale al líder de Hamás, Mohammed Sinwar, y conduzca a concesiones que podrían allanar el camino para un avance en las negociaciones para la liberación de 100 rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza.
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
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