El presidente Reuven Rivlin y su esposa tienen un espacio especial para los niños, especialmente para aquellos que han sido golpeados por la vida. En los últimos dos años y medio han acogido a niños con necesidades especiales, niños bajo riesgo, que sufren discriminación racial, y niños que de una manera u otra son víctimas del terrorismo.
El lunes por la noche continuaron la tradición de 15 años en la Residencia Presidencial al acoger a las víctimas del terrorismo que celebraban su Bar y Bat Mitzvá.
Todos los festejados llevaban sudaderas blancas con una gran estrella de David azul, acompañada del logo hebreo de la organización de las Víctimas del Terror.
Las niñas también llevaban guirnaldas florales en el cabello.
Rivlin, el ministro de Trabajo y Servicios Sociales Haim Katz y Yehoshua Cohen, presidente fundador de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, señalaron que muchos de los niños habían madurado más allá de sus años debido al sufrimiento que experimentaron al perder un padre, un hermano u otro pariente cercano, y en algunos casos debido a las lesiones físicas que siguen causándoles dolor y malestar.
Para estos niños, la transición de la niñez a la edad adulta de acuerdo con la tradición judía fue mucho más difícil que para otros que no han sufrido el duelo o daños físicos, expresó Rivlin.
El mismo Cohen fue víctima del terrorismo en la Colonia Alemana de Jerusalem durante la Guerra de la Independencia. Tenía sólo seis años en ese momento, pero el recuerdo de lo que le sucedió ha perdurado hasta el día de hoy y fue lo que lo motivó a crear una organización que permita a otros niños recibir la ayuda y la comodidad que requieren.
Cohen agradeció la participación activa y generosidad de Katz en lo que respecta al presupuesto y le pidió que siguiera apoyando a la organización incluso después de asumir otro cargo ministerial.
Asimismo, elogió al director del Instituto Nacional de Seguros, el profesor Shlomo Mor-Yosef, por su ayuda y comprensión a niños víctimas del terrorismo.
Noa Meir, una de las hijas de Dafna Meir agradeció a Rivlin en nombre de todos los niños. Su madre fue asesinada a puñaladas por un adolescente terrorista palestino frente su hija mayor en su casa del asentamiento de Otniel ubicado en Cisjordania.
Meir, de 38 años, dejó a su marido, sus cuatro hijos biológicos y dos niños adoptados.
Noa, que había estado muy cerca de su madre, planeaba su Bat Mitzva junto con ella por más de un año. “Soñaba cómo sería”, dijo. “Me imaginaba el vestido que llevaría puesto, los invitados y los regalos que recibiría. Ese era nuestro secreto, el mío y el de mi madre.
Recordó que cuando su padre pensaba que ya habían hablado bastante y que era hora de irse a dormir, ellas continuaban planeando el Bat Mitzvá. “Mi madre siempre está conmigo, cuidándome y orando por mí ante el divino creador”, dijo Noa.
“Sentí su presencia durante la celebración de mi Bat Mitzva. Ella estaba a mi lado, pero era invisible y nadie podía verla porque estaba escondida. El gran espíritu de mi madre late dentro de mí y me ayudará a crecer, a levantarme y extender mis alas. Seré su monumento vivo – una orgullosa hija de su madre Dafna “.
Otros niños que habían perdido a un padre y hombres o mujeres que habían perdido a su cónyuge en ataques terroristas podían identificarse con cada palabra que escuchaban de Noa, y cuando concluyó, los aplausos fueron mucho más largos y efusivos que para cualquier otro orador.
Nechama Rivlin, la esposa del presidente, no aplaudió. Simplemente abrió los brazos y dio a Noa un gran abrazo de abuela cuando bajó del estrado.
Fuente: EnlaceJudio