Las tropas estacionadas allí enfrentan dificultades para capturar a terroristas armados y detener a sus proveedores, que contrabandean armas desde Irán a través de Jordania; los batallones de infantería regular regresarán desde Gaza a Cisjordania por primera vez desde el 7 de octubre
Mientras las Fuerzas de Defensa de Israel continúan sus operaciones en Cisjordania tratando de prevenir ataques asesinos como el que resultó en el asesinato de tres israelíes el lunes, aún enfrentan dificultades para detener la avalancha de armas ilegales que llegan a Cisjordania desde Irán a través de la frontera con Jordania.
El Comando Central de las FDI se refiere a estos esfuerzos como la «campaña de armas», citando los más de 1.100 rifles confiscados por las tropas el año pasado mediante operaciones ininterrumpidas en toda Cisjordania.
Sin embargo, sigue habiendo un factor crítico desconocido: las FDI no pueden estimar el número total de armas que poseen los palestinos en Cisjordania, más allá de las miles de armas de fuego autorizadas que están en posesión de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
Según una evaluación de inteligencia realizada hace dos años por el Comando Central, uno de cada seis hogares palestinos en Cisjordania contiene un arma ilegal, que abarca desde pistolas y rifles improvisados hasta AK47 o M-16 estándar.
«Sabemos que estamos en el camino correcto teniendo en cuenta los precios de las armas, que han aumentado el año pasado: de 30.000 shéquels (8.200 dólares) por rifle de cañón largo a 60.000-70.000 shéquels (19.200 dólares)», dijo esta semana un alto funcionario militar.
«Pero cuando obtengamos información sobre un traficante de armas o una pistola escondida en el jardín de un palestino no registrado, probablemente destinada a la autodefensa, priorizaremos la captura del traficante».
El objetivo de las FDI es mantener Cisjordania como un frente secundario. A pesar de ello, las acciones ofensivas en las zonas palestinas siguen siendo constantes, incluidas eliminaciones que se producen casi semanalmente.
En la actualidad, las FDI despliegan alrededor de 20 batallones para tareas de seguridad en Cisjordania. Si bien esta cifra es inferior a la de los niveles máximos de terrorismo dos años antes de la guerra de Gaza, sigue siendo 7 u 8 batallones más que el punto más bajo a fines de la década de 2010.
Sin embargo, las limitaciones son evidentes. La mayoría de estos batallones están compuestos por reservistas o unidades fuera de la infantería obligatoria o el cuerpo blindado, y se espera que los refuerzos de Gaza lleguen recién el próximo mes.
Los batallones de la Brigada Nahal se desplegarán en áreas como Hebrón y Nablus. Las fuerzas de artillería están volviendo gradualmente a las tareas de seguridad de Cisjordania a medida que reducen las operaciones en otras áreas. «Somos profundamente conscientes de las implicaciones que tendría una escalada en Cisjordania que requeriría refuerzos a gran escala y desviaría recursos y atención de Gaza, Líbano y Siria, que siguen siendo los frentes principales del Estado Mayor», aclaró el ejército.
El principal desafío de las FDI es el manejo de las procesiones armadas en ciudades palestinas a plena luz del día. Recientes iniciativas militares obligan a las unidades a actuar con dureza contra esas manifestaciones, incluso si tienen lugar durante los funerales.
Sin embargo, hasta ahora estos intentos han fracasado: se detectó a tropas enviadas para emboscar a individuos armados, lo que provocó que los grupos armados se dispersaran rápidamente.
«Tienen cuidado de marchar cerca de los niños, asegurándose de que sean fotografiados. No está claro si ganaríamos algo eliminando a dos individuos armados a costa de dañar a tres niños cercanos», explicó el ejército. Aclaró que ahora se están implementando muchas medidas que antes se evitaban.
A pesar de la creciente amenaza que suponen los artefactos explosivos de alto poder, los despliegues de APC siguen siendo escasos. Tampoco se espera que los tanques regresen a Cisjordania en un futuro próximo (la última vez que se vieron allí fue durante la Segunda Intifada en 2000), incluso después de que se descubriera un misil antitanque en el campo de refugiados de Yenín.
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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