El servicio secreto israelí crea un fondo de inversiones para emprendedores tecnológicos. Un oficial asegura que han potenciado la ciberdefensa ante el aumento del riesgo de ataques
Por Sal Emergui
El Mosad busca socios en el ecosistema de su país llamado también ‘Start Up Nation’. El servicio secreto exterior de Israel ha abandonado de forma temporal la sombra en la que actúa para anunciar el lanzamiento de un fondo de inversión destinado a pequeñas empresas tecnológicas. A cambio, las startups fortalecerán con nuevas ideas uno de los principales brazos del Mosad: el tecnológico.
Uno de los objetivos del fondo inversor llamado ‘Libertad’ es, según la propia agencia de Inteligencia, «proporcionar una capacidad innovadora para mantener y desarrollar la superioridad tecnológica del Mosad al conectarse con empresas civiles de vanguardia tecnológica».
El Mosad acompaña su inusual anuncio con un vídeo en el que una espía demuestra algunas capacidades -en este caso una lentilla especial- en el seguimiento e identificación de sospechosos.
«Hemos creado un fondo que apoye la libertad de acción de los emprendedores que tengan capacidad de cumplir sus sueños y nos permitirá usar sus inventos para cumplir nuestras misión nacional», ha afirmado el jefe del Mosad, Yossi Cohen, sobre una iniciativa que la CIA abrazó en el pasado.
En una primera fase, Mosad destinará diez millones de shekels (2,5 millones de euros) a cinco pequeñas empresas emergentes. «En una fase posterior, Libertad no tendrá inconveniente en trabajar con Startups extranjeras. En cualquier caso, no intervendremos en el trabajo y accionariado de las empresas asistidas», señala un destacado miembro del departamento tecnológico del Mosad. Tampoco pedirá que renuncien a sus derechos de propiedad intelectual.
El beneficio del servicio secreto de esta iniciativa que ayuda sólo a tecnologías que puedan servirle para todo tipo de fines no será económico sino tecnológico. No es por tanto una acción filantrópica sino una inversión de futuro. Inversión a cambio de ideas futuristas para el espionaje.
Libertad invertirá en innovaciones tecnológicas en campos como robótica, identificación automática personalizada, biomiméticos o desciframiento de códigos secretos y blindados.
Las compañías podrán revelar su colaboración con el Mosad mientras las que, por motivos obvios, prefieran no hacerlo público tienen la promesa firmada de que el organismo lo mantendrá en secreto. Como más le gusta, por otra parte, a uno de los servicios secretos más temidos y efectivos del mundo.
Cyberweek
El lanzamiento del brazo inversor tecnológico del Mosad coincide con la celebración de Cyberweek, que tiene lugar estos días en la Universidad de Tel Aviv. Expertos de seguridad informática de todo el mundo asisten a la séptima edición de esta prestigiosa conferencia que también alberga a dirigentes y altos funcionarios israelíes.
En su intervención, el jefe del servicio secreto interno (Shabak), Nadav Argaman, reveló que desde inicios del 2016 y gracias al uso de la tecnología e Inteligencia han abortado la acción de más 2000 atacantes potenciales que planeaban cometer atentados en Israel.
«Shabak vive una revolución tecnológica en la que se han unido los departamentos de tecnológica y ciber», indicó el jefe de una organización en la que un cuarto de sus trabajadores pertenecen a este campo.
«Israel es una ciberpotencia», se escucha en varios idiomas en los pasillos de la Universidad. Desde su organismo nacional de ciber, Israel coordina acciones de defensa y ataque en una guerra en la que lucha contra y con hackers. Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, su país experimenta cada mes decenas de ciberataques. «En 2016 tuvimos cerca del 20% de la inversión global en ciberseguridad privada en todo el mundo», reveló en su discurso.
«El enemigo, entre ellos grupos terroristas emplean a hackers muy hábiles por lo que nosotros debemos reclutar a los mejores cerebros», nos dice un miembro del Shabak que coopera con el ejército y el Mosad, entre otros organismos.
«De la misma forma que no estamos satisfechos con la defensa pasiva en el mundo real, sino que vamos a buscar a los terroristas a sus lugares, en ciberdefensa estudiamos el modus operandi de nuestro rival y aprendemos a derrotarlos de varias maneras», señaló Argaman.
Oficial: «Mayor riesgo de ciberataques»
El ejército israelí también ha potenciado sus departamentos tecnológicos y cibernéticos. Y no sólo en la ‘Unidad 8200’ destinada a captar y descifrar comunicaciones en la región.
En una entrevista a EL MUNDO, un oficial de la Fuerza Naval que se encarga del departamento cibernético reconoce que «es un campo enorme que sigue avanzando día a día. Nuestra función debe repartirse en defensa y ataque».
«El riesgo de un ciberataque se incrementa a medida que nuestras infraestructuras y capacidades están cada vez más basadas en sistemas electrónicos y cibernéticos, ya sea en el ejército o en cualquier sistema civil como por ejemplo el bancario o sanitario. El objetivo es estar preparado para que nadie pueda penetrar y golpear nuestros sistemas», nos dice el oficial que pide mantenerse en el anonimato.
Y concluye: «Mientras hablamos, personas y organismos buscan caminos para dañar los sistemas. Para evitarlo, hemos desarrollado capacidades muy importantes y estamos en la vanguardia tecnológica. ¿Por qué? Porque no tenemos otra opción».