El partido de derechas y antiinmigración AfD supera el 20% y consigue su mejor resultado histórico
El primer ministro Benjamin Netanyahu se reúne con el líder de la oposición alemana, Friedrich Merz, en la oficina del primer ministro en Jerusalén, el 12 de febrero de 2024.
El partido conservador alemán Unión Demócrata Cristiana ganó las elecciones parlamentarias del domingo, convirtiendo a su líder y abierto partidario de Israel, Friedrich Merz, en el probable próximo canciller de Alemania.
Poco después de que se publicaran los primeros resultados el domingo por la noche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, felicitó a Merz en «una cálida conversación».
El canciller designado Merz «dijo que lo invitaría a hacer una visita oficial a Alemania, en abierto desafío a la escandalosa decisión de la Corte Penal Internacional de etiquetar al Primer Ministro como criminal de guerra», señaló la Oficina del Primer Ministro.
Netanyahu también declaró que «está deseando trabajar estrechamente con su próximo gobierno para fortalecer aún más la asociación entre nuestros dos países».
La declaración de Merz contradice la postura del gobierno anterior, que dijo que Alemania «por supuesto» arrestaría a Netanyahu si la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera órdenes de arresto por presuntos crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad durante la guerra en Gaza.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, también felicitó a Merz, a quien calificó de “amigo de Israel”. Saar añadió que estaba convencido de que Merz “fortalecerá y profundizará la relación entre el pueblo alemán y el pueblo israelí”.
Antes de las elecciones, Merz prometió seguir vendiendo armas a Israel sin ninguna limitación. También visitó Israel poco después del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023 para expresar su solidaridad.
Cuando se le preguntó si Alemania debería brindar asilo a los refugiados palestinos de Gaza, Merz respondió: «Ya tenemos suficientes jóvenes antisemitas en el país».
La Unión de Merz, una alianza de los dos partidos conservadores CDU/CSU, quedó en primer lugar con el 28,5% de los votos.
El partido de derechas, «Alternative für Deutschland (AfD)», que principalmente hace campaña por la limitación de la migración, logró su mejor resultado hasta la fecha al alcanzar el segundo lugar con el 20,8% de los votos.
El partido AfD se ha enfrentado al boicot de todos los demás partidos por acusaciones de extremismo de derecha e incluso neonazismo, y está bajo vigilancia de la agencia de inteligencia interior de Alemania.
Debido a estas acusaciones, la comunidad judía de Alemania y los funcionarios israelíes se han abstenido de tener contacto abierto con el partido, a pesar de su históricamente fuerte apoyo a Israel y sus políticas para limitar la inmigración desde países de mayoría musulmana, a menudo fuertemente antisemitas.
Después del ataque terrorista del 7 de octubre, el partido declaró: “Israel y el pueblo judío pueden contar con nuestra plena solidaridad”.
La AfD también ha invocado la política de larga data de Alemania contra el suministro de armas a las zonas de conflicto para criticar las exportaciones de armas alemanas a Israel durante la guerra.
En los últimos meses, la AfD ha recibido el apoyo vocal de Elon Musk, así como del vicepresidente estadounidense JD Vance, quien criticó el boicot unificado contra el partido de derecha, apodado “Brandmauer” (cortafuegos), por ser antidemocrático.
Debido al ‘cortafuegos’, el único socio posible de la unión para el próximo gobierno es el Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por el canciller saliente Olaf Scholz, que recibió un históricamente bajo 16% de los votos, por debajo de otro mínimo histórico del 25% en las últimas elecciones.
En vista de que se espera que Scholz deje el cargo, el nuevo hombre fuerte del partido será el copresidente del SPD, Lars Klingbeil.
Aunque se opuso a los llamados dentro del partido para exigir un alto el fuego inmediato en la guerra de Gaza el mes pasado, Klingbeil también señaló que había «serias dudas» sobre la «proporcionalidad» de la guerra de Israel en Gaza. Dijo que el gobierno israelí estaba cometiendo un «gran error» al cuestionar la solución de dos estados.
Los otros dos partidos que participan en la coalición actual -los Verdes de izquierda y el liberal FDP- fueron castigados por los votantes. El Partido Verde obtuvo solo el 12%, mientras que el FDP no logró cruzar el umbral del 5%.
El partido de extrema izquierda, «Die Linke», surgió como uno de los grandes ganadores en las elecciones, subiendo al 8,7% en medio de un aumento impulsado por las redes sociales. El partido es visto como más comprensivo con los palestinos que con Israel.
Uno de sus copresidentes, Jan van Aken, causó indignación al sugerir que no sabía “cómo” Shiri Bibas y sus hijos Ariel y Kfir “murieron en cautiverio”.
Después de las críticas, aclaró que quería expresar que Hamás era responsable de sus muertes. “He aprendido a confiar únicamente en hechos probados. El único hecho aquí es que Hamás es el único culpable”, escribió en 𝕏.
El partido BSW, que se escindió de Die Linke y es igualmente hostil a Israel, quedó justo por debajo del umbral con el 4,9% de los votos.
Fuente: AllIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
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