Desde aplicaciones prácticas como Happy Things hasta medidas científicas de la felicidad y prioridades de políticas públicas, hay un nuevo enfoque en sentirse bien.
¿Qué es la felicidad? ¿Cómo se mide? ¿Podemos aprender a ser más felices? ¿Y por qué los israelíes están constantemente entre las personas más felices del planeta?
Estas son preguntas oportunas: Israel ocupó el noveno lugar en el décimo Informe anual sobre la felicidad mundial emitido por las Naciones Unidas el 18 de marzo, pasando del puesto 12 el año pasado a la posición más alta de su historia.
El informe señala que ahora tenemos herramientas científicas para medir y explicar la felicidad, por ejemplo, contar palabras relacionadas con la felicidad en libros y redes sociales, y encontrar «biomarcadores» y pistas genéticas relacionadas con la felicidad.
Los investigadores también se están dando cuenta de que «las emociones positivas importantes que implican una baja excitación, como la calma, la paz y la armonía» son significativas en la satisfacción general con la vida.
Midiendo la felicidad
Foto de Anat Fanti por Daniela Contini
Anat Fanti, candidata a doctorado en la Universidad Bar-Ilan que se especializa en políticas de felicidad, bienestar y calidad de vida, dice que la felicidad no se puede definir estrictamente.
Sin embargo, los cuestionarios pueden ayudar a cuantificar tres factores clave de felicidad: satisfacción general con la vida; relación entre sentimientos positivos y negativos; y propósito o significado en la vida.
El Informe Mundial de la Felicidad asigna a cada país un promedio basado en la satisfacción general reportada en la vida y la proporción de sentimientos positivos y negativos, explica Fanti.
Luego hacen una regresión estadística utilizando datos adicionales del país, como el PIB per cápita, la esperanza de vida saludable; percepción de corrupción; capacidad de tomar decisiones de vida; generosidad, confianza y apoyo social.
Israel obtiene una puntuación alta en satisfacción con la vida, economía, salud, apoyo social y generosidad.
Pero, ¿por qué los israelíes están tan satisfechos con la vida, dado el alto costo de vida y la constante amenaza de conflictos militares?
“Creo que es una mezcla de orgullo y optimismo israelí”, dice Fanti.
Solo en el último año o dos, hay muchas razones para el orgullo y el optimismo: el programa de vacunas Covid líder en el mundo de Israel; el surgimiento de la “nación unicornio”; un amplio gobierno de coalición; y los Acuerdos de Abraham, entre otros logros.
Además, “los israelíes tienen redes familiares y de amigos que nos hacen fuertes y resistentes mentalmente. Entonces, incluso si tenemos en cuenta nuestra vida difícil aquí, todavía estamos mucho mejor que en otros países”.
Cosas felices
Talia Soen, con sede en Tel Aviv, está tratando de difundir la felicidad en el extranjero a través de su aplicación para iOS, Happy Things. La aplicación utiliza principios de psicología positiva para guiar a los usuarios en la realización de actividades diarias sencillas científicamente probadas para contribuir a sentirse felices y confiados.
Estas actividades pueden ser tan fáciles como escuchar una canción vinculada a un buen recuerdo, hacerle un cumplido a alguien, dar un paseo de 10 minutos o pensar en tres cosas felices que sucedieron esta semana.
“Happy Things es un producto de mi propio viaje”, dice Soen, de 34 años.
“Pasé la mayor parte de mi vida sintiendo que no era lo suficientemente feliz y buscando la felicidad en lugares externos. Pensé que solo necesitaba obtener mi título, conseguir otro trabajo, correr una carrera de 10 km o casarme. Hice todas esas cosas, y la felicidad no me estaba esperando del otro lado de la manera que esperaba”.
Después de estudiar psicología, entrenamiento, fitness, nutrición y yoga, Soen concluyó que la felicidad es una habilidad.
“No es algo externo lo que sucede, sino algo que aprendemos, practicamos y mejoramos”, dice ella. “Perseguir logros no es la forma de lograr una vida feliz. La felicidad está en las pequeñas cosas”.
Happy Things se lanzó a principios de 2021 y se dirige principalmente al mercado estadounidense (puesto 16 en el Informe mundial de felicidad de 2022). Unas 10.500 personas han descargado la aplicación, el 80% de ellas mujeres.
El Cuestionario de felicidad de la aplicación ayuda a los usuarios a medir el impacto de la aplicación. Informan, en promedio, una mejora del 17 % en la felicidad después de usar la aplicación durante un mes y una mejora del 57 % después de siete meses.
“La gente usa la aplicación, en promedio, de tres a cuatro veces por semana y durante largos períodos de tiempo. Nuestra retención después de tres y seis meses sigue siendo alta, especialmente en relación con otras aplicaciones en el mercado del fitness y la salud”, dice Soen.
Felicidad Nacional
Fanti hizo su tesis de maestría sobre aplicaciones de monitoreo de la felicidad como Happify, fundada por dos israelíes en los Estados Unidos.
De hecho, las aplicaciones pueden ayudar a aumentar la felicidad individual, dice ella. Pueden ayudarnos a aprender a centrarnos en lo positivo y no detenernos en lo negativo. Pueden reorientarnos de la falsa noción de que comprar cosas es lo que nos hace sentir mejor.
Al mismo tiempo, agrega Fanti, existe una creciente conciencia de que la felicidad individual debe considerarse dentro del contexto cultural y económico más amplio.
“Los gobiernos deben proporcionar las condiciones adecuadas para que la población prospere”, dice Fanti.
Ella le dice a ISRAEL21c que los gobiernos de Finlandia (que ocupa el primer lugar en el Informe Mundial de la Felicidad de 2022), Nueva Zelanda, Escocia y Gales han formado una coalición para priorizar el bienestar y la felicidad como su principal objetivo político por encima del crecimiento económico.
Si bien una buena economía es necesaria para brindar alimentos, vivienda y empleo a los ciudadanos, el problema es cómo asignar los fondos (por ejemplo, recortes de impuestos a las corporaciones frente a la construcción de más hospitales) en función del impacto en el bienestar.
“Así es como pones la felicidad en el centro de la formulación de políticas”, dice ella.
Inversión en bienestar acelerada por Covid
O Haviv, socio de Arieli Capital y responsable de innovación global. Foto por Hadar Yaakov
No son solo los gobiernos los que están cambiando las prioridades políticas, sino también los inversores, dice Or Haviv, socio y director de innovación global de Arieli Capital.
Arieli, una compañía holding y de inversión de la nueva era con sede en Wall Street, tiene ubicaciones en Israel orientadas a la innovación en la agricultura marina y del desierto y la innovación en tecnología oceánica.
En mayo, Arieli Capital comenzará la primera cohorte de su Wellness Tech Bootcamp.
“Uno de nuestros brazos de inversión es Sharenett, una family office multifamiliar con sede en Nueva York”, dice Haviv. “De repente, Sharenett quiere poner las tecnologías de bienestar y bienestar al frente y conectarlas con hospitales y centros de bienestar y agencias de viajes y seguros”.
La pandemia aceleró esta tendencia, le dice a ISRAEL21c.
“A todos nos tomó por sorpresa el covid y redescubrimos a nuestras familias, nuestros hijos, nuestras relaciones, nuestros hogares, nuestros trabajos, nuestras metas y ambiciones. Nos redescubrimos”, dice Haviv.
Las 10 empresas emergentes posteriores a la etapa inicial que sean aceptadas en el Wellness Tech Bootcamp de tres meses pasarán una semana en el Bridge Healing Arts Center en Hartford, Connecticut. Esta ciudad a unas 115 millas al norte de Manhattan es un centro de la industria de seguros y salud.
Happy Things, que recientemente finalizó la aceleradora Fusion LA, es candidata al programa Azrieli Capital.
“Hace unos años, la gente no se imaginaba recurrir a aplicaciones para la salud mental. Ahora, se destacó la importancia de la salud mental y las personas entienden que pueden recurrir a soluciones digitales”, dice Soen. “Se espera que este mercado crezca masivamente”.
Fuente: Israel21C- Traducido por UnidosxIsrael
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