Netanyahu refuerza la apertura israelí al mundo árabe y africano tras reunirse con el general Déby
Benjamín Netanyahu ha dado un nuevo paso en su política de apertura diplomática hacia el mundo árabe y al continente africano al reunirse este domingo en Jerusalén con Idriss Déby, presidente de Chad, un país con el que Israel no mantiene relaciones desde hace 46 años. El general Déby, que accedió al poder en Yamena tras derrocar al dictador Hissène Habré en 1990, declaró después de entrevistarse con el primer ministro en su oficina en Jerusalén que la visita, la primera que efectúa un mandatario de su país al Estado judío, estuvo centrada en “asuntos de seguridad”, según fuentes del séquito chadiano citadas por la prensa israelí. “Compartimos la lucha contra la lacra de este siglo que es el terrorismo”, aseguró. El Ejército chadiano ha adquirido armas y equipos militares a Israel para combatir a la rebelión yihadista afiliada a Boko Haram en el desértico norte del país africano.
“La supresión de los lazos diplomáticos en 1972 no ha impedido que mantengamos buenas relaciones”, puntualizó el presidente de Chad, cuya visita fue anunciada pocas horas antes de que aterrizara su avión en Israel. Déby dio a entender que no se prevé una inmediata normalización de relaciones con Israel y recordó que antes debe solucionarse “el problema palestino” sobre la base de un “diálogo abierto”. Más de la mitad de los chadianos son de religión musulmana, frente al 40% que se declaran cristianos protestantes o católicos.
Netanyahu celebró la visita “histórica” del presidente chadiano para recuperar “una cooperación que había quedado en suspenso”. Aclaró que ambos habían conversado sobre “los cambios en las relaciones entre Israel y el mundo árabe”. El primer ministro anticipó que “muy pronto” viajará a otros países árabes, dentro de una apertura impulsada por la “fortaleza económica y tecnológica” israelí. Israel solo cuenta el reconocimiento expreso de Egipto y Jordania, con los que respectivamente firmó tratados de paz en 1979 y 1994.
En los últimos meses, sin embargo, Netanyahu ha reactivado contactos diplomáticos emprendidos tras los Acuerdos de Oslo (1993) y que habían quedado suspendidos tras el estallido de la Segunda Intifada (2000-2005). El jefe del Gobierno visitó hace un mes en Muscate al sultán Qabús de Omán, y tres de sus ministros han asistido a encuentros internacionales en las últimas semanas celebrados en países del Golfo, preocupados al igual que Israel por el auge de la presencia de Irán en la región. El primer ministro israelí, que ha llevado a cabo tres giras por África en los dos pasados años, anunció ante el presidente Déby una próxima visita a países de África central.
El Ejército chadiano ha recibido recientemente de Estados Unidos vehículos y embarcaciones militares como contribución a su lucha contra el Estado Islámico en África central y occidental. Chad se ha convertido en los últimos años en una potencia militar emergente y aliado imprescindible de Occidente en la lucha contra el terrorismo yihadista en Malí, al frente de operaciones militares regionales contra Boko Haram.
Déby, de 66 años, reformó la Constitución en 2005 para poder seguir en el poder de forma prácticamente indefinida después de haber ganado todas las elecciones que ha convocado desde 1996. Los últimos comicios se celebraron hace dos años, con los principales líderes encarcelados y las instituciones estatales controladas por su partido. Amnistía Internacional denuncia que las autoridades chadianas “violan el derecho a la libertad de asociación mediante restricciones ilegales”.
Fuente: ElPais.es