Los estudiantes secundarios que viven en la zona aledaña a la Franja de Gaza salieron a protestar, tras 17 años viviendo con misiles Qassam y 7 meses de terrorismo incendiario. En las últimas horas llegaron a Jerusalem con un mensaje para los políticos: “No utilicen nuestra protesta, hagan algo por nosotros”.
Por Roxana Levinson
La iniciativa de un grupo de adolescentes de escuelas secundarias del sur de Israel finalizó hace unas horas con una gran manifestación frente a la Knesset, el Parlamento de Israel.
Después de una caminata de 90 kilómetros, que duró 5 días, unos 6.000 adolescentes de las poblaciones israelíes a la Franja de Gaza llegaron a Jerusalem, con una consigna: “Déjennos crecer en paz”.
Los participantes protestaron por la situación de seguridad en las comunidades donde viven, después de años de vivir bajo la constante amenaza – desde hace 17 años – de los cohetes disparados desde la Franja de Gaza, y ahora el humo constante de la quema de neumáticos junto a la frontera, las cometas incendiarias y los globos que portan explosivos.
La marcha comenzó el domingo pasado con unos 100 alumnos de 10° a 12º curso de la Escuela Regional Shaar Hanegev. Por el camino se les fue uniendo gente de todo el país. Los adolescentes también pidieron a sus pares de todo el país que vistieran camisetas negras para ir a la escuela toda la semana y que difundieran en las redes sociales el lema “El sur negro”, en alusión a los efectos del terrorismo incendiario.
Las propuestas y la marcha tuvieron altísima repercusión y excelente respuesta. Cuando se acercaban a Jerusalem, los estudiantes secundarios que protagonizan esta protesta – la primera manifestación multitudinaria de los habitantes del sur de Israel – muchos políticos y funcionarios los llamaron, para unirse a ellos y acompañarlos.
Los adolescentes rechazaron en forma educada todos y cada uno de los ofrecimientos. Uno de los participantes, Tomer, de 17 años de edad, declaró a Radio Nacional de Israel: “La verdad es que muchos políticos nos llamaron y fue genial decirles que no, porque nuestra motivación no es política en lo más mínimo. Sólo queremos terminar con esta situación. Mucha gente quiso sumarse y eso nos emociona y nos alegra, porque a la gente le importa de nosotros. Y con esto, ya logramos el objetivo”.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, los invitó a la residencia oficial, pero los jóvenes respondieron que irían en otra ocasión, porque querían mantener el foco de atención – especialmente de la prensa – en la gran manifestación que hicieron anoche frente a la Knesset. Rivlin comprendió los motivos y los esperó en la entrada de la ciudad. Caminó con ellos rumbo al Parlamento y les dijo: “”Les prometo que no permitiremos y no podemos permitir que la alarma ´Color Rojo´ se convierta en algo permanente. El color rojo se lo dejaremos a las flores, las anémonas. He venido a marchar con ustedes en nombre de todos los ciudadanos de Israel que los siguen y caminan junto a ustedes desde el corazón”.
También se sumó un grupo de padres de soldados caídos durante el Operativo Margen Protector, la última guerra entre Israel y Hamás, en el verano de 2014.
Al llegar al parque ubicado frente a la Knesset – Gan Havradim – los jóvenes hicieron una gran manifestación, con discursos y mensajes claros y contundentes. En las pancartas se podía leer mensajes tales como: “Déjennos crecer en paz”, “queremos un cambio, basta de inseguridad”.
Roi Rahaf de Kibbutz Mefalsim, alumno de 12º curso de la Escuela Regional Shaar Hanegev, expresó: “Desde que nacimos vivimos de guerra en guerra. Queremos crecer en paz en la zona cercana a la Franja de Gaza. El cambio está en las manos de los líderes de Israel y por eso hemos caminado hasta la Knesset. Es una iniciativa para cambiar la situación en la que vivimos, somos adolescentes que se enfrentan cada día a una difícil situación de seguridad. Este es un largo viaje, que también incluye valores y aprendizaje”.
Desde el parque, frente al Parlamento, los adolescentes que viven en el sur de Israel pidieron a los políticos que no vinieran a la manifestación, pero que “escuchen sus reclamos y hagan algo por ellos”.
Fuente: AJN