Fueron seis días de actos de coraje y fervor patriótico y la mayor parte de los generales vencedores (Ariel Sharón, Yitzhak Rabin y Ezer Weizman, entre otros) tuvieron una activa vida política. Sin embargo, el héroe del momento fue el general Mordechai «Motta» Gur, responsable de la captura de Jerusalén.

Por: Omar López Mato
El personaje más recordado de la Guerra de los Seis Días fue el entonces Ministro de Guerra, el general Moshé Dayán, artíficie del ataque sorpresa a las bases egipcias por parte del ejército de Israel. Fueron seis días de actos de coraje y fervor patriótico y la mayor parte de los generales vencedores (Ariel Sharón, Yitzhak Rabin y Ezer Weizman, entre otros) tuvieron una activa vida política. Sin embargo, el héroe del momento fue el general Mordechai «Motta» Gur, responsable de la captura de Jerusalén.
Moshé Dayán fue el símbolo del pueblo israelita combatiente, el estratega que trazó el ataque del ejército antes de ser sorprendido por la coalición árabe.
Dayán nació en un kibutz, en 1915, pero podría haber nacido en Argentina, ya que su tía llegó de Odessa a nuestro país. Ella fue la madre del periodista y escritor Moisés Konstantinovsky Dayán, más conocido como Emilio Perina.

Desde joven, Moshé Dayán adhirió al Haganá, el movimiento insurgente que propugnaba la independencia de los británicos. Durante la Segunda Guerra Mundial, Dayán se incorporó a las fuerzas aliadas. Peleando en el Líbano contra las tropas francesas de Vichy (curiosamente en este enfrentamiento combatieron contra las tropas de la Francia libre), perdió su ojo derecho por la bala de un francotirador. Esta herida lesionó al globo ocular y deformó las paredes óseas, haciendo imposible usar una prótesis. De allí en más, Dayán se vio obligado a utilizar un parche, otorgándole esa característica tan particular a su imagen de guerrero.
Durante la Guerra de los Seis Días, Dayán adoptó la táctica que había permitido la expansión nazi en Europa, la Blitzkrieg. En esta guerra relámpago, los tanques de Ariel Sharón avanzaron tan rápidamente sobre el desierto de Sinaí que debían detenerse para ser reabastecidos ya que su recorrido excedía los cálculos más optimistas de los encargados de suministro.

Sin embargo, el momento culmine de este conflicto fue la toma de Jerusalén por los paracaidistas de Mordechai Gur, popularmente conocido como Motta. Gur había nacido en Jerusalén y, al igual que muchos de sus camaradas había adherido al Haganá. Por su acto distinguido al frente de los paracaidistas en Jan Yunis fue condecorado por el mismo Moshé Dayán y enviado a perfeccionarse a L’École Supérieure de Guerre, en París, donde conoció a los célebres paracaidistas franceses que tendrán un papel importante en la guerra de Argelia y Vietnam.
En 1965 fueron justamente los paracaidistas de Gur (la 55. Brigada) quienes entraron a Jerusalén por La Puerta del León. La foto de estos soldados llorando sobre el Muro a la vez que Gur anunciaba por radio que el Templo había sido capturado, conmovió a la población israelita por su valor simbólico. Pocas horas más tarde, la guerra llegaba a su fin.
Como muchos otros comandantes, Gur inició su carrera política que lo llevó a desempeñarse como Ministro de Salud y posteriormente como Ministro de Defensa.
En 1976, le tocó dirigir como miembro del gabinete, el rescate de rehenes judíos en Entebbe durante la dictadura de Idi Amin Dada. La efectividad de las tropas de elite conducidas por Yonatan Netanyahu (hermano del futuro Primer Ministro) les permitió recapturar con vida a 102 rehenes de los 106 secuestrados.
Como bien sabía Gur, no todas las guerras se ganan en el campo y el célebre general, vencedor de cien batallas, perdió su contienda contra la enfermedad. Al enterarse que sufría un cáncer avanzado, decidió suicidarse a los 65 años.
Fuente: LaNacion.ar
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