Se trata de una festividad de la comunidad judía en la que convergen el fin de las lecturas de la Torá, desde el Génesis hasta el Deuteronomio y recomienza de cero esa tarea. Se disfruta en familia con bailes, cantos, alegría y reflexión
El domingo 8 de octubre la comunidad judía conmemora el Simjat Torá. La gratitud y la reflexión están muy presentes en la festividad donde convergen un cierre y nuevo comienzo. El rabino Tzvi Grunblatt, director general de Jabad Argentina, explicó las características de la celebración y la importancia del compromiso que asume la comunidad, a lo largo de una jornada llena de emoción y tradiciones. “Es el día en que concluimos la lectura anual de los cinco libros de Moisés, y se celebra la alegría de haber finalizado toda la Torá”, indicó.
El significado de Simjat Torá es “la alegría de la Torá”, y representa la oportunidad de expresar la felicidad de haber conectado con las enseñanzas del texto sagrado, desde el Génesis hasta el Deuteronomio, y reforzar la aplicación de las mismas a la vida cotidiana. “El viernes 6 de octubre y el sábado 7 marcan la fiesta de Shminí Atzeret, y el día 7 por la noche y el domingo 8 marcan Simjat Torá, pero de inmediato comenzamos nuevamente con la lectura del nuevo ciclo: el mismo día, en el mismo momento que terminamos la lectura del año que acaba de cerrar, comenzamos la lectura del nuevo año, porque el estudio de la Torá no termina nunca, es ilimitado e infinito”, detalló el rabino Grunblatt.
La jornada que se popularizó durante la Edad Media se realiza justo después de la festividad de Sucot, también llamada la fiesta de los siete días. Las celebraciones comenzaron en el Rosh Hashaná (Año nuevo judío), que se festeja el primer y segundo día del mes hebreo de Tishrei, y en el calendario gregoriano cayó el pasado 15 de septiembre. “Es un día peculiar porque todas las personas de la comunidad, incluso los chicos, que durante todo el año no suben a la lectura de la Torá hasta que no tengan 13 años, el día de Simjat Torá suben y dicen la bendición junto a los padres”, comentó el rabino, acerca de la excepción que se realiza para compartir el honor de la lectura en familia. “El enriquecerse a través del estudio de la Torá es algo que hace feliz al hombre, y extendemos esa alegría mediante el Simjat Torá”, resaltó.
“Esta celebración se inicia con el encendido de velas por parte de las mujeres el día viernes antes de la puesta del sol, el sábado por la noche después de la salida de las estrellas, y de esa manera es la mujer la que introduce la festividad al hogar y a la vida de cada uno”, describió el rabino Grunblatt. La fiesta también incluye momentos de baile con los rollos de la Torá, cantando alrededor de la bimá, la mesa o plataforma sobre la que se hace la lectura sagrada. Estos circuitos se conocen como hacafot, y se repiten siete veces en cada celebración. Al terminar todas las rondas, llega el momento de comenzar con la lectura de la Torá desde el principio.
El hecho de que la Torá esté cerrada y envuelta en su cubierta de terciopelo durante la danza también resguarda un significado: ese día todos los fieles tienen el mismo derecho a compartirla por igual, sin diferenciar el grado de estudio y aprendizaje que haya adquirido cada uno. Es por eso que pueden participar tanto niños como adultos, y mientras bailan manifiestan de manera pública su alegría por el vínculo que construyen con Dios en cada momento cotidiano. Y revalidan su compromiso de leer con atención cada palabra en un nuevo ciclo de lectura para profundizar el aprendizaje, una tarea que requiere la dedicación continua a lo largo de la vida.
La jornada tiene como fin principal expresar el júbilo y por sobre todo respeto al estudio constante, para cultivar el vínculo entre Dios y su pueblo, que se alimenta del esmero por comprender y practicar la Torá para alcanzar la felicidad verdadera. Otro de los significados posibles de Simjat Torá es “regocijándose con la Torá”, es decir que no solo invita a cultivar la espiritualidad, sino a repensar de forma sincera el tiempo dedicado cada semana al estudio, la profundidad de las interpretaciones y el traslado de las mismas a la rutina diaria.
Parte de la fiesta implica también realizar un pedido de fortaleza, conexión y templanza para seguir estudiando los mandamientos, los propósitos y las enseñanzas. “Que tengamos jag sameaj, una festividad feliz, un Simjat Torá de mucha alegría y de mucho baile”, proyectó el director general de Jabad Argentina.
Fuente: Infobae
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