Un proyecto conjunto dirigido por los profesores Liran Shlush y Amos Tanay podría revolucionar el diagnóstico y el tratamiento de esta grave forma de cáncer.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visita el lugar donde un misil balístico disparado desde Irán impactó y causó daños en el Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot, el 20 de junio de 2025.
Por Tziona Gerson
Durante los ataques con misiles iraníes que sacudieron a Israel en la segunda quincena de junio, pocas historias capturaron la resiliencia del espíritu israelí como la ocurrida en el Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot.
El 15 de junio, los laboratorios Weizmann sufrieron un impacto directo de misiles balísticos iraníes, destruyendo años, y en algunos casos, vidas enteras, de investigación científica irremplazable. Si bien afortunadamente no hubo víctimas, el impacto representó una pérdida significativa para una institución dedicada a expandir el conocimiento humano.
Cabe destacar que la Unidad de Investigación del Cáncer se vio gravemente afectada, con laboratorios enteros destruidos. Sin embargo, a pesar del caos, un proyecto conjunto dirigido por los profesores Liran Shlush y Amos Tanay publicó un avance sorprendente en el diagnóstico de la leucemia, que podría revolucionar los métodos de diagnóstico y tratamiento de este tipo de cáncer tan notoriamente pernicioso.
Avance en el torrente sanguíneo
La leucemia, o cáncer de la sangre, es un cáncer agresivo que se origina en la médula ósea y provoca la rápida proliferación de células sanguíneas malformadas. Estas células comprometen la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y distribuir oxígeno.
Las pruebas actuales de detección de leucemia requieren una biopsia de médula ósea, un procedimiento doloroso para extraer médula ósea y analizar la presencia de células leucémicas. La investigación de Shlush y Tanay analizó la proliferación de células madre flotantes en el torrente sanguíneo, un enfoque innovador, ya que el consenso general es que las células madre se encuentran en la médula ósea.
Sin embargo, Shlush y Tanay demostraron que estas células flotantes se encuentran en todos los adultos en cantidades bajas, pero su cantidad y anomalías genéticas específicas podrían utilizarse para diagnosticar con precisión la leucemia en pacientes, eliminando así las dolorosas biopsias de médula ósea. Además, un simple análisis de sangre podría detectar la leucemia de forma no invasiva, mucho antes de que comiencen a manifestarse los síntomas, revolucionando la capacidad de la comunidad médica para abordar y tratar eficazmente la enfermedad.
Shlush, director de la Facultad de Medicina Weizmann e investigador principal junto con Tanay, habló con JNS sobre los detalles de su investigación.
“Caracterizamos [las células madre en el torrente sanguíneo] de una manera única, por primera vez en cientos de personas, y creamos el primer rango de referencia [para adultos sanos]”, dijo Shlush. “Ahora podemos comparar las células de un paciente con las normales y definir todas las anomalías únicas… En lugar de realizar biopsias de médula ósea que se utilizan para diagnosticar [leucemia], podemos diagnosticar a partir de la sangre periférica”.
Shlush explicó la importancia del logro: “Las biopsias de médula ósea son dolorosas y costosas… Es una prueba horrible. Poder realizarlas a partir de la sangre es un gran avance”.
Ciencia y guerra
Su artículo se publicó en Nature Medicine pocos días después de que su laboratorio fuera alcanzado por uno de los ataques con misiles. El misil impactó a las 3:00 a. m. mientras los israelíes en el centro de Israel se refugiaban en refugios antiaéreos.
Shlush recordó cómo se enteró de la noticia: «El jefe de mi departamento, Shalev Izkovitz, quien también es un buen amigo, me llamó a las 4:00 p. m. A las 4:30 p. m., ya estábamos allí», dijo.
Al describir la magnitud de los daños, Shlush dijo: «Algunos científicos del Instituto lo perdieron todo. Laboratorios completos quedaron destruidos. Mi laboratorio ha sufrido daños… y perdimos alrededor del 25 % de nuestras muestras [de células madre recolectadas], que considero nuestro recurso más preciado e irremplazable. El equipo, los reactivos, se pueden reemplazar… Estas son muestras que nos enviaron o que recolectamos nosotros mismos de enfermedades y proyectos que nosotros y otros tenemos en el Instituto, y esa es la mayor pérdida».
Al ser preguntado sobre la continuación de su investigación, Shlush declaró: «El edificio está en ruinas. No se nos permite entrar al laboratorio», pero enfatizó la fortaleza de la comunidad Weizmann, afirmando: «El instituto es ingenioso y considerado. La gente está cediendo parte de sus laboratorios para que podamos venir a trabajar… Comparten su espacio con nosotros, generosamente».
Si bien un misil que destruye años de trabajo es una dura realidad a la que hay que adaptarse, la administración y el personal del Instituto Weizmann se han unido para afrontar las consecuencias y apoyar a sus equipos de investigación.
Próximos pasos
Shlush y Tanay no han suspendido su investigación. Al contrario, ya han avanzado a las siguientes etapas para que la leucemia sea una enfermedad de diagnóstico fácil y no invasivo. Shlush explicó que su investigación inmediata les ha permitido diagnosticar la leucemia de forma eficiente con un simple análisis de sangre. Sin embargo, su objetivo futuro es identificar a las personas con alta probabilidad de desarrollar leucemia antes de que desarrollen la enfermedad.
“Actualmente estamos llevando a cabo un gran ensayo clínico, que constituye la continuidad de este manuscrito, en el que haremos un seguimiento de los pacientes a lo largo del tiempo, y esperamos que este ensayo nos permita predecir quién desarrollará leucemia”, afirmó Shlush.
Si bien el equipo sigue entusiasmado con las posibles aplicaciones futuras de su investigación, Shlush enfatizó las implicaciones inmediatas: “Esperamos que las biopsias de médula ósea queden obsoletas”.
Clínicas de todo el mundo se están uniendo a su proyecto, a medida que más científicos y médicos se dan cuenta de este sorprendente nuevo método de diagnóstico. “Ahora tenemos clínicas en Estados Unidos, Taiwán y Europa. Son aproximadamente 30 clínicas más y esta cifra crecerá exponencialmente. El manuscrito también es útil porque los médicos ahora están convencidos de que puede funcionar. Y ese es el siguiente paso”, afirmó Shlush, y añadió que futuros ensayos clínicos culminarían en la incorporación del diagnóstico de leucemia mediante extracción de sangre a la práctica médica general.
Cuando se le preguntó cuánto tiempo esperaba el equipo para volver a contar con su propio laboratorio, Shlush respondió que probablemente tardaría algunos años. Sin embargo, lo más importante era la continuidad de su trabajo, y añadió que también lo extenderían a la pediatría.
«Las familias con síndrome de insuficiencia de médula ósea», explicó Shlush, «tienen un mayor riesgo de desarrollar leucemia, por lo que los médicos realizan una prueba de médula ósea a estos niños una vez al año».
El objetivo de su investigación es llevar su descubrimiento a la pediatría lo antes posible para que los niños con predisposición a la leucemia puedan recibir una atención médica mucho más respetuosa, afirmó Shlush.
Una nota personal
Shlush concluyó reconociendo a los miembros clave del equipo, «las personas que hicieron el trabajo», quienes fueron fundamentales para sacar a la luz este descubrimiento. Al hablar de su codirector, Shlush elogió «la excelente colaboración entre Amos Tanay y yo. Amos es matemático y yo, médico-científico, así que combinamos diferentes herramientas y formas de pensar».
Shlush también elogió a Nili Furer, Nimrod Rappoport y Oren Milman. «Estos son los estudiantes, estudiantes realmente talentosos. Nili ahora ha realizado su posdoctorado en Stanford. Nimrod es un padre joven, un médico-científico y biólogo ocupacional muy exitoso. Oren Milman está trabajando en otro tipo de leucemia y continúa trabajando con nosotros».
Aunque la vuelta a la normalidad en los laboratorios del Instituto Weizmann llevará años, este equipo de científicos está tan comprometido como siempre con la importante investigación que han realizado. Su historia es solo un ejemplo del ingenio y la valentía del espíritu israelí.
Mientras Israel luchaba contra el enemigo iraní, Shlush, Tanay y su equipo avanzaron en la lucha contra el cáncer y lograron una victoria.
Fuente: JNS- Traducido por UnidosxIsrael
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