La declaración se produce en medio de recientes enfrentamientos armados entre la milicia de Yasser Abu Shabab y terroristas de Hamás, supuestamente por el control de centros vitales de distribución de ayuda humanitaria. Funcionarios israelíes han confirmado recientemente que están suministrando armas a algunos grupos palestinos, incluido Abu Shabab, en un intento de debilitar el control de Hamás sobre la Franja de Gaza.

En una primera grabación de audio publicada el domingo, Yasser Abu Shabab niega vínculos con Israel, a pesar de que Israel Hayom informa sobre los esfuerzos israelíes para armar a su grupo para contrarrestar a Hamas, describe la situación en la Franja de Gaza y esboza sus demandas.
La declaración fue reportada inicialmente en X por el Centro para las Comunicaciones por la Paz.
Abu Shabab, miembro de la tribu Tarabin, conocido por su anterior cooperación con el Estado Islámico, lidera ahora una fuerza armada de cientos de personas en Rafah que confisca camiones de ayuda humanitaria y acusa a Hamás de «saquear suministros». La organización terrorista está furiosa y ha intentado eliminar esta fuerza emergente.
El caudillo de Gaza afirmó en el video que intentó posicionar a sus «Fuerzas Populares» como protectores del pueblo palestino contra lo que él llama el «terrorismo» y el «control inaceptable» de Hamás.
Apeló a la creación de un corredor humanitario ampliado para permitir el regreso seguro de miles de palestinos desplazados. Además, propuso que los servicios de inteligencia palestinos supervisen las entradas a las zonas bajo su control para garantizar que ningún elemento terrorista se infiltre y socave sus esfuerzos por liberarse del dominio de Hamás.

El incidente del que se culpó a Israel (Redes sociales)
Abu Shabab desestimó las acusaciones sobre las conexiones de su grupo con estados o entidades políticas extranjeras, describiéndolas como intentos de dañar su imagen. Negó categóricamente cualquier vínculo con Israel o las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), afirmando que su armamento fue heredado de la tribu beduina Tarabin y que su aparato de seguridad se financia mediante iniciativas personales y donaciones.
La declaración se produce en medio de recientes enfrentamientos armados entre la milicia de Abu Shabab y terroristas de Hamás, supuestamente por el control de los centros de distribución de ayuda humanitaria. El conflicto ha adquirido una nueva dimensión significativa, con funcionarios israelíes confirmando que están suministrando armas a algunos grupos palestinos, incluido el de Abu Shabab, en un esfuerzo por debilitar el control de Hamás sobre la Franja de Gaza.
En la grabación, publicada por el Centro para las Comunicaciones por la Paz, Abu Shabab negó vehementemente cualquier colaboración con Israel. «No hemos colaborado ni colaboraremos con la ocupación», declaró. En cuanto a las afirmaciones sobre nuestra relación con la ocupación: no nos hemos reunido con ningún oficial ni tenemos ninguna relación con ella.
Afirmó que cualquier posible coordinación sería estrictamente «humanitaria en beneficio de nuestra población en la zona oriental de Rafah, a través de canales intermediarios».
El mensaje principal de Abu Shabab fue una crítica directa al gobierno de Hamás. «Nuestro objetivo es proteger los derechos humanos palestinos del terrorismo de Hamás», declaró, exigiendo que el grupo «renuncie al gobierno, especialmente tras cientos de protestas que exigen su salida».
También acusó a Hamás de iniciar la violencia, alegando que atacaron sus posiciones y mataron a civiles. «Atacaron nuestras posiciones varias veces y mataron a unas 25 personas inocentes, entre ellas niños, mujeres y personas con discapacidad, porque detuvimos el robo que llevaban a cabo individuos y asociaciones afiliadas a ellos bajo un pretexto humanitario», afirmó, instando a las «autoridades competentes» a investigar estas presuntas «masacres».
A lo largo de su declaración, Abu Shabab intentó presentar a sus Fuerzas Populares como un movimiento legítimo de base. Afirmó que su grupo se financia con «esfuerzos individuales y donaciones» y que sus «armas primitivas» fueron heredadas de tribus locales. Presentó su operación como un proyecto humanitario, afirmando que «cientos de familias» se dirigen diariamente a las zonas bajo su control para escapar de la «guerra y la hambruna».
Hizo un llamamiento directo a la ayuda internacional para reforzar sus esfuerzos. «Exigimos más apoyo para nuestro proyecto humanitario para salvar a nuestra gente en la Franja de Gaza», declaró, solicitando también «un modesto apoyo militar para armar a los nuevos voluntarios» y el establecimiento de un corredor humanitario más amplio, con supervisión internacional, para el retorno seguro de los residentes desplazados.
La aparición de figuras armadas como Abu Shabab, aparentemente respaldado por Israel, marca un posible cambio en la dinámica interna de Gaza. Si bien se distancia públicamente del ejército israelí, su capacidad para desafiar abiertamente a Hamás podría sugerir que los gobernantes de Gaza podrían estar perdiendo el control del enclave.
A principios de este mes, la milicia palestina emitió un comunicado en el que afirmaba: «Los medios de comunicación israelíes publicaron afirmaciones falsas de que nuestras fuerzas recibieron armas de la ocupación. Rechazamos rotundamente esta acusación y la consideramos un intento flagrante de distorsionar la imagen de la fuerza popular, que nació del sufrimiento y se opone a la injusticia, el saqueo y la corrupción. Nuestras armas son simples armas obtenidas mediante donaciones de nuestro pueblo. No fuimos ni seremos un instrumento de la ocupación».
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
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