En medio de las crecientes tensiones, la División de Inteligencia advierte de una posible escalada en Cisjordania, posiblemente tan grave como una tercera intifada con fuego real en lugar de palos y piedras; el reciente ataque con bomba en la sinagoga de Tel Aviv podría indicar la necesidad de tomar en serio esta amenaza
Recientemente, la Dirección Nacional de Inteligencia alertó al estamento militar sobre una posible escalada en Cisjordania, que podría alcanzar la escala de una intifada, con atentados con bombas y atentados suicidas dentro de Israel. El ataque cerca de una sinagoga en Tel Aviv el domingo podría ser otra señal de que la advertencia sobre una inminente escalada armada en Cisjordania debe tomarse en serio.
En 2022-2023 hubo ataques con bombas por parte de palestinos dentro de Israel, pero el artefacto utilizado el domingo tenía todas las características de las iniciativas terroristas en Cisjordania por las que se emitió la advertencia. El explosivo era una potente bomba casera, que se cree es similar a las utilizadas por los terroristas suicidas durante la segunda intifada. El atacante procedía del norte de Cisjordania, un foco de escalada armada.
A diferencia de las intifadas anteriores, que fueron estallidos populares espontáneos provocados por acontecimientos concretos que llevaron a los palestinos a las calles, la actual escalada se está desarrollando de forma gradual, a la que se suman nuevos elementos con el tiempo. De hecho, la escalada comenzó incluso antes del 7 de octubre, lo que llevó a las FDI a redesplegar unidades de combate del frente de Gaza para reforzar Cisjordania.
Lo que ha cambiado desde el inicio de la guerra es el uso intensivo de explosivos y el aumento de la motivación entre los jóvenes en los campos de refugiados, probablemente debido a la guerra en la Franja de Gaza. El uso de cargas terrestres y bombas en los caminos comenzó antes del 7 de octubre, pero su cantidad y calidad han aumentado significativamente durante la guerra. La creciente motivación se debe al hecho de que casi todas las familias palestinas en Cisjordania tienen parientes en Gaza. Este es un factor de motivación que no se puede ignorar al considerar la continuación de la guerra y la distribución de las fuerzas israelíes en diferentes frentes.
Además, el terrorismo judío no sólo agita la zona sino que también acelera la organización de grupos armados palestinos y daña directamente al Estado de Israel debido a la reacción internacional contra las acciones de los alborotadores. Puede que no esté lejano el día en que incluso Estados Unidos imponga sanciones a Israel en su conjunto debido a ellos.
La disponibilidad de armas ligeras, que existía incluso antes de la guerra, continúa y contribuye al surgimiento de batallones que se han formado en el norte de Cisjordania y su parte occidental, y recientemente también en el valle del Jordán. Estos batallones están formados por jóvenes palestinos que han obtenido armas disponibles y, como están desempleados y no pueden trabajar en Israel, necesitan el dinero que Hamás y la Yihad Islámica pagan a cualquiera que esté dispuesto a actuar en su nombre.
Esto crea un círculo vicioso: Israel no permite que los palestinos trabajen dentro de sus fronteras, lo que conduce a dificultades económicas y desempleo, lo que lleva a muchos jóvenes a buscar soluciones a su angustia emocional y económica en Hamás y la Yihad Islámica. Cuanto más se produzcan incursiones de las FDI en Cisjordania, más jóvenes palestinos recurrirán al terrorismo debido a la ira, el resentimiento y la necesidad de alimentar a sus familias.
Antes del 7 de octubre, estos batallones se encontraban principalmente en el campo de refugiados de Yenín y luego en el de Nur al-Shams, cerca de Tulkarem. Sin embargo, ahora hay unos 15 grupos armados dispersos por toda Cisjordania y el fenómeno se está extendiendo al valle del Jordán y a la zona de Binyamin.
Por otra parte, Israel también está en apuros. Si las FDI no entran en los campos de refugiados y eliminan desde el aire las células terroristas pertenecientes a estos batallones, el fenómeno se extenderá a Israel. El temor concreto en el estamento de defensa es que se produzca una intifada en toda regla, en la que la abundancia de armas significará que, en lugar de lanzamiento de piedras y quema de neumáticos, habrá muchos más intercambios de fuego real. Es importante señalar que la disponibilidad de armas es mucho mayor, ya que Irán ha redoblado sus esfuerzos para contrabandear armas desde Jordania y Siria a los palestinos de Cisjordania, y la frontera con Jordania ya no supone un obstáculo para los contrabandistas.
El escenario que mantiene despiertos por las noches a los estamentos de defensa es un asalto organizado por batallones palestinos en el norte de Cisjordania contra asentamientos judíos o granjas aisladas que carecen de vallas, similar a lo que hizo Hamás el 7 de octubre, con la participación de las fuerzas de seguridad palestinas. En las FDI, esto se llama el «escenario de reversión de la caña», porque hasta ahora, los mecanismos de seguridad de la AP han estado tratando de frenar el fenómeno de los batallones armados. Entienden que si la situación se sale de control en Cisjordania, la Autoridad Palestina será la siguiente en la fila y se enfrentará a un ataque implacable. Sin embargo, las capacidades del personal de seguridad son limitadas y, a pesar de sus mejores esfuerzos, no pueden hacer frente al fenómeno.
El ejército israelí está trabajando para reprimir la ola de terrorismo. Hasta el 7 de octubre, el ejército israelí limitaba el alcance y la frecuencia de las operaciones en los campos de refugiados debido a las preocupaciones sobre las respuestas con cohetes y misiles desde Gaza. Ahora, el ejército israelí opera sin restricciones e intenta estar un paso por delante de los terroristas.
Hay una especie de interacción aquí. Los terroristas aprenden a usar explosivos generosamente porque ven que causan bajas entre los soldados del ejército israelí en Gaza, y el ejército israelí se da cuenta de que el uso combinado de fuerzas terrestres de maniobra junto con drones armados, o incluso aviones de combate, produce buenos resultados y ahorra bajas para nuestras fuerzas.
Pero la situación es de combates de intensidad media que se extienden desde el norte de Cisjordania. Hoy, hay más de 23 batallones y unidades especiales del ejército israelí en Cisjordania, y si comienza a haber actividad que implique enviar terroristas suicidas con dispositivos explosivos o cinturones explosivos a Israel, esta fuerza crecerá aún más. El Shin Bet también tendrá que reducir las fuerzas que despliega en la Franja de Gaza e invertirlas en Cisjordania. Preparación para un enfrentamiento en varios frentes
Todo parece indicar que pronto nos encontraremos en otro frente de combate. La conclusión es que, junto con la acción agresiva, es necesario bloquear la línea de separación de forma mucho más hermética que en la actualidad. Los ciudadanos deben permanecer vigilantes y los agentes de policía y los soldados deben patrullar los lugares concurridos para crear disuasión.
Otra conclusión es que las FDI deben considerar la posibilidad de tener que luchar intensamente contra el Líbano o Irán mientras mantienen simultáneamente combates de intensidad media en Gaza y Cisjordania. Esto requiere políticas de personal particularmente creativas y redoblar los esfuerzos de contrainteligencia. El lunes por la noche, las FDI anunciaron que 15.000 ciudadanos de hasta 35 años que estaban exentos serán llamados de nuevo a la reserva.
Los combates al estilo de Gaza en Cisjordania podrían socavar nuestra legitimidad internacional para defendernos. Por otra parte, si hay un alto el fuego en Gaza, es probable que la motivación y la lucha de los hombres armados en Cisjordania también se desvanezcan, lo que es otra consideración en el camino hacia un acuerdo sobre los rehenes.
Fuente: Ynet-Traducido por UnidosxIsrael
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