Se indicó a las familias que acudieran a cuatro zonas de distribución designadas para recibir paquetes de ayuda; las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para establecer más distribución en zonas «libres de terroristas»; la ONU afirma que la ayuda debe llegar a los residentes, no al revés; Israel afirma que la objeción de la ONU es política.

Después de que camiones que transportaban ayuda humanitaria a Gaza ingresaran a la Franja el domingo, videos publicados en Internet mostraron a saqueadores robando la ayuda.
El ambicioso programa de Israel para proporcionar asistencia humanitaria a 1,2 millones de residentes palestinos de Gaza estaba a punto de comenzar después de que se completaran los preparativos para establecer cuatro centros de distribución en Gaza en coordinación con las autoridades de defensa de Israel y los grupos de ayuda y seguridad estadounidenses.
Los centros de distribución estarán ubicados en la zona entre los corredores de Netzarim y Morag, que dividen la Franja de Gaza de oeste a este, en una zona bajo control de las FDI. Estaba previsto que comenzara el domingo, pero podría retrasarse al menos un día más.
Según un informe del Washington Post del sábado, funcionarios afirmaron que el Jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, admitió en conversaciones privadas que desconocía cómo funcionaría la distribución de alimentos ni cuál sería la responsabilidad final de las FDI para garantizar su ejecución. Los funcionarios indicaron que las FDI esperaban que esto se aclarara en los próximos días.
El ejército también se preparaba para establecer más zonas de distribución en otras partes de la Franja una vez que se considerara libre de cualquier presencia terrorista, siguiendo instrucciones del gobierno.
Según el plan de distribución, cada familia en Gaza podría acudir a la zona de distribución y recibir la ayuda, a diferencia del método utilizado anteriormente por la ONU y otras agencias de ayuda, que dependía de que la ayuda se entregara en tiendas y puestos de socorro, lo que permitía a Hamás tomar el control de la ayuda y utilizarla para sus propios fines.
Los civiles que acudan a recibir la ayuda no tendrán que ser investigados ni registrados para establecer confianza entre ellos y quienes la prestan. Tampoco habrá un límite de un paquete de ayuda por familia.
Cada centro de distribución proporcionará ayuda humanitaria a unos 300.000 residentes de Gaza y funcionará las 24 horas, con personal de la organización humanitaria y de la población local, pero sin empleados de la ONU. Decenas de camiones llegarán diariamente a las zonas de distribución, protegidos por vertederos y personal de seguridad estadounidense armado, sin la presencia de soldados de las FDI. No obstante, el ejército mantendrá vigilancia de inteligencia desde el aire para garantizar su seguridad.
La ONU afirmó que no participaría en el nuevo método de distribución de alimentos. Afirmó que los alimentos deben entregarse a la población civil y no requerir que los residentes de Gaza viajen largas distancias hasta las zonas de distribución si desean recibir la ayuda.
Funcionarios israelíes declararon a Ynet que las objeciones de la ONU tenían motivaciones políticas y provenían de la sede de la ONU en Nueva York, y no de la población de Gaza.
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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