La comunidad judía de Oporto pide a los judíos de todo el mundo que ayuden a preservar los registros únicos de la Inquisición como clave para nuestro pasado y futuro.
La Comunidad Judía de Oporto, que pagó por la preservación y digitalización de los archivos de la Inquisición portuguesa del siglo XVI, ahora busca firmar un acuerdo para preservar los archivos y registros del siglo XVII, al tiempo que hace un llamado a la comunidad judía internacional para ayudar en la conservación de los siglos posteriores.
Michael Rothwell, director del Museo Judío de Oporto y miembro de la junta directiva de la comunidad judía local, recuerda que “La Inquisición portuguesa estuvo en vigor entre 1536 y 1831. La Historiadora Cecil Roth dijo que desde el comienzo de la historia probablemente no ha habido un momento en que se perpetró una persecución tan sistemática y prolongada debido a una práctica tan inocente.
En virtud de un protocolo firmado en 2019 entre el Archivo Nacional Torre do Tombo y la Comunidad Judía de Oporto, la Comunidad se comprometió a costear la conservación de las causas de la Inquisición del siglo XVI. El protocolo, asistido por el entonces embajador de Israel en Portugal, Raphael Gamzou, permitió contratar personal profesional de restauración y puso en marcha la restauración y digitalización de 1.778 procesos judiciales contra «judíos infieles» en tres centros, Lisboa, Évora y Coimbra, que también incluyó casos de Oporto.
Ese mismo año, la Comunidad y el Archivo Nacional Torre do Tombo acordaron firmar sucesivos protocolos sobre la conservación de los archivos de la Inquisición de los siglos XVII, XVIII y XIX. Ahora que el trabajo en el siglo XVI está casi concluido, a la Comunidad le gustaría firmar un protocolo sobre los casos de la Inquisición del siglo XVII y ha pedido al mundo judío que ayude a contribuir con el costo del proyecto para el último siglo. El valor total de la operación de los tres siglos podría alcanzar los 3 millones de euros.
Ashley Perry (Pérez), presidenta de Reconectar, una organización dedicada a ayudar a los descendientes de las comunidades judías españolas y portuguesas a reconectarse con su ascendencia judía, dio la bienvenida a los esfuerzos de preservación de la Comunidad Judía de Oporto.
“Los archivos corren el peligro de perderse en el tiempo, lo que sería una tragedia, no solo para nuestro pasado sino también para el futuro, ya que millones de personas en todo el mundo están investigando una posible ascendencia judía”, dijo Perry, cuyos antepasados huyeron de Portugal en el principios del siglo XVI. “La preservación y digitalización de los registros de la Inquisición es esencial para preservar nuestra historia judía global, porque los judíos portugueses, muchos de los cuales habían sido bautizados a la fuerza y forzados a huir, formaron las comunidades judías históricas en los EE. UU., el Reino Unido, los Países Bajos y otros lugares. Estos archivos son historia judía y no nos atrevemos a dejar que desaparezcan”.
La documentación del Archivo Nacional de Torre do Tombo relativa al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición y sus juzgados de Lisboa, Coimbra, Évora, Tomar, Oporto y Lamego suma una enorme extensión de 1.600 metros. Ruth Calvão, presidenta del Centro de Estudios Judíos de Trás-os-Montes, dice: “El deterioro de los elementos del archivo constituye un peligro real de que las historias personales y los testimonios sobre las injusticias históricas y las atrocidades que sufrieron puedan desaparecer para siempre”.
La documentación de la Inquisición se ha convertido en la fuente histórica más fiable para la historia de la comunidad judía en Portugal. El Tribunal do Santo Oficio (Inquisición) se estableció en Portugal para juzgar los delitos contra la fe cristiana y poner fin a las herejías y apostasías.
La negación de los hechos por parte del sujeto de la investigación dio lugar a meses o años de prisión, incluidas torturas insoportables, hasta que se programara una nueva audiencia. El preso era obligado a pagar todos los gastos del encarcelamiento, el juicio y la tortura y, si era condenado, se confiscaban todos los bienes.
Fuente: ArutzSheva- Traducido por UnidosxIsrael
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