Refiriéndose al acuerdo de los rehenes, Jacob Lew asegura: «Estamos dedicando la mayor parte de nuestra energía, desde el presidente hasta todo el equipo de política exterior, esfuerzos 24 horas al día, 7 días a la semana, para que esto suceda».
El embajador de Estados Unidos en Israel, Jacob Lew, ofreció información sobre la intrincada relación entre Jerusalén y Washington durante una entrevista exhaustiva en la conferencia en línea del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional el jueves.
La discusión abarcó un amplio espectro de temas, incluidas las negociaciones de rehenes, los retrasos en los envíos de armas, los vínculos entre Israel y Estados Unidos, Arabia Saudita y los esfuerzos de normalización regional.
Lew enfatizó la necesidad de flexibilidad en las conversaciones con Hamás, rechazó firmemente la noción de que una solución de dos estados recompensaría al terrorismo y brindó perspectivas sobre las negociaciones en curso y los desafíos de implementar un plan de paz integral en la región.
Cuando se le preguntó si era el primer ministro Benjamin Netanyahu quien necesitaba mostrar más flexibilidad para lograr un acuerdo, Lew respondió diplomáticamente: «En cualquier negociación, todos deben ser flexibles».
En relación con la solución de los dos Estados, Lew explicó: «Hamás habla de querer dos Estados, pero en realidad no quiere que exista el Estado israelí. Arabia Saudí dejó claro que no estaba dispuesta a pasar por la normalización en los mismos términos exactos de los Acuerdos de Abraham».
Añadió: «Hemos dicho que Israel debe ser parte del proceso y que al final del proceso habrá un Estado palestino. No hoy, ni mañana, sino en el horizonte, un plan en el que Israel está dispuesto a participar».
En respuesta a las preocupaciones de que un Estado palestino podría ser visto como una recompensa al terrorismo, Lew replicó: «De alguna manera, es reafirmar lo que muchos han dicho durante tantos años que tiene que haber una visión a largo plazo de cómo dos pueblos pueden vivir juntos y para que haya un Estado judío democrático de Israel. Si lo ven como una derrota para Irán y Hamás, entonces no es una recompensa por el 7 de octubre, sino un castigo».
En cuanto a las posibles negociaciones directas con Hamás para la liberación de los rehenes israelíes y estadounidenses, Lew aseguró que la administración sigue adelante con el «Plan A», que incluye a Israel en el proceso. «Estamos dedicando la mayor parte de nuestra energía, desde el presidente hasta todo el equipo de política exterior, incluido yo mismo, a trabajar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para que esto ocurra», enfatizó el embajador.
A pesar de las trágicas noticias recientes sobre la muerte de rehenes, Lew señaló que «se siguen haciendo progresos» y que «la conversación a un nivel muy alto entre Israel y los mediadores continúa».
En relación con la polémica cuestión del Corredor de Filadelfia, Lew aclaró que «la Fase 1 nunca exigió la retirada completa de las FDI de Gaza. No hay ninguna mención del Corredor de Filadelfia en el documento. Ni siquiera era un problema cuando se redactó el marco».
Sobre el tema de los retrasos en los envíos de armas estadounidenses a Israel, Lew explicó que «hubo un envío que se suspendió porque tenemos diferentes puntos de vista sobre el uso apropiado de un sistema de armas. Nunca hubo un embargo. El día en que se retuvo ese envío, un avión entregó municiones a Israel». Añadió que «los amigos pueden tener diferentes puntos de vista sobre el uso de una bomba de 2000 libras. Se le dio una importancia desproporcionada».
Lew elogió a Israel por ajustar sus planes para Rafah después de las preocupaciones de Estados Unidos sobre posibles víctimas civiles. «Las Fuerzas de Defensa de Israel repensaron su plan de batalla y lo llevaron a cabo en Rafah de una manera muy diferente. Eso demuestra la fortaleza de la relación».
Al comentar sobre la relación entre Netanyahu y Biden, Lew enfatizó la importancia de la confianza y la comunicación abierta: «Siempre sucede que cuando los líderes se conocen, se entienden y confían entre sí, se hacen posibles las cosas fáciles y las difíciles. Las cosas que socavan la confianza crean fricción. Tiene que haber una relación continua y estrecha tanto entre el pueblo, el gobierno y los líderes de Israel como de Estados Unidos. Las relaciones con confianza requieren un cuidado constante. Si tus amigos más cercanos no hacen las preguntas más difíciles, entonces no son realmente tus amigos más cercanos».
Fuente: IsraelHayom- Traducido por UnidosxIsrael
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