El tribunal señala que Moti Maman viajó dos veces a Irán mientras Israel luchaba contra aliados iraníes; la defensa afirma que apelará la sentencia «desproporcionada».
El Tribunal de Distrito de Beersheba condenó el martes a 10 años de prisión a Moti Maman, israelí condenado en diciembre por mantener contactos con agentes iraníes, algunos de ellos dentro de Irán, y por negociar con ellos un complot para asesinar al primer ministro Benjamin Netanyahu.
Maman, de 73 años y residente de Ashdod, fue condenado por los cargos de contacto con un agente extranjero y entrada sin autorización en un estado enemigo, tras visitar Irán en dos ocasiones y reunirse con funcionarios de inteligencia iraníes para tratar el asesinato de importantes figuras públicas israelíes, como Netanyahu, el jefe del Shin Bet, Ronen Bar, o el entonces ministro de Defensa, Yoav Gallant.
“La sentencia debería reflejar un importante elemento disuasorio y transmitir un mensaje claro y contundente sobre el precio punitivo que debe pagarse por mantener vínculos ilícitos entre ciudadanos israelíes y nuestros enemigos”, escribió el juez Benny Sagi, presidente del tribunal.
Era necesario dar una importancia considerable al momento en que se cometieron los delitos de Maman «durante una guerra en la que Irán es un enemigo importante de Israel y mientras los soldados luchan en numerosos frentes», dictaminó el tribunal.
Las interacciones de Maman con agentes iraníes se produjeron cuando Israel luchaba contra Hamás en la Franja de Gaza, una guerra desencadenada por la devastadora invasión del sur de Israel por parte del grupo terrorista respaldado por Irán el 7 de octubre de 2023.
Tras el ataque de Hamás, otras fuerzas iraníes, como Hezbolá en el Líbano y grupos en Siria, Irak y Yemen, comenzaron a lanzar ataques con drones y cohetes contra Israel en apoyo de Hamás.
Sagi afirmó que el hecho de que Maman se presentara a una segunda reunión en Irán, sabiendo que sería similar a la primera, en la que se habló de trabajar para Irán, demostraba su persistencia en la relación indebida, incluso si era por lucro.
Por otro lado, Sagi añadió que tuvo en cuenta que Maman admitió los crímenes y expresó su arrepentimiento.
La fiscalía había solicitado 12 años de prisión.
El abogado defensor, Eyal Besserglick, afirmó que la sentencia era «completamente desproporcionada» y que apelaría el fallo.
Maman es el primero en ser condenado entre varios israelíes acusados recientemente de contacto con agentes iraníes, algunos de los cuales son sospechosos de realizar acciones concretas, lo que, según Besserglick, agrava sus casos.
«Es impensable que Maman soporte el castigo que se espera que sufran otros acusados que se espera sean juzgados, quienes, a diferencia de él, también son sospechosos de actos graves», declaró en un comunicado.
Maman fue arrestado en agosto del año pasado, aunque el caso no se hizo público hasta un mes después.
Según los documentos judiciales y la investigación, Maman era un empresario que residió durante largos periodos en Turquía, donde mantuvo relaciones comerciales y sociales con ciudadanos turcos e iraníes.
En abril del año pasado, Maman accedió, gracias a la mediación de dos ciudadanos turcos, a reunirse con Eddy, un rico empresario residente en Irán, para hablar sobre sus negocios, según informó el Shin Bet.
Aunque debían reunirse en Turquía, Eddy afirmó no poder salir. En mayo, Maman fue introducido clandestinamente en Irán, donde se reunió con Eddy y otra persona que se identificó como miembro de las fuerzas de seguridad iraníes. Durante la reunión, hablaron sobre la posibilidad de llevar a cabo diversas misiones en Israel para el régimen iraní, como colocar dinero o una pistola en lugares específicos, tomar fotografías de zonas públicas concurridas y amenazar a otros civiles israelíes que operaban en nombre de Irán y no cumplían con sus misiones.
Maman dijo que investigaría el asunto y regresó a Turquía y posteriormente a Israel. En agosto, regresó a Irán por segunda vez. Según la investigación, fue introducido clandestinamente en el país a través de un cruce terrestre desde Turquía, oculto en un camión.
Durante las reuniones de aquel entonces, Maman habló con los iraníes sobre el asesinato de altos funcionarios. El Shin Bet afirmó que los funcionarios iraníes interpretaron los planes de asesinato como una venganza por el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán en julio, atribuido a Israel.
También se sugirió que Maman depositara dinero en varios lugares de Israel para otras personas operadas por Irán. Otros planes sugeridos en la reunión incluían que Maman localizara a rusos o estadounidenses y les encargara el asesinato de disidentes iraníes en Europa y Estados Unidos, y reclutara a un miembro del Mossad como agente doble.
También en esa reunión, Maman exigió un millón de dólares por adelantado, pero los agentes de inteligencia iraníes denegaron su solicitud y dijeron que lo contactarían en el futuro, según informó el Shin Bet.
Según la investigación, antes de salir de Irán por segunda vez, uno de los agentes de inteligencia iraníes le entregó a Maman 5.000 euros por participar en las reuniones.
Al regresar a Israel en agosto, fue arrestado por las autoridades israelíes.
En los últimos dos años, los agentes de inteligencia iraníes han intensificado sus esfuerzos para reclutar a israelíes comunes como espías a cambio de dinero.
En marzo, la Fiscalía del Estado presentó una acusación formal ante el Tribunal de Distrito de Beersheba por traición contra Eduard Yusupov, residente de Netivot, de 65 años, por presuntamente realizar actividades de espionaje en nombre de Irán.
En enero, la fiscalía acusó a dos reservistas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que servían en una unidad de defensa aérea de espiar para Irán.
En diciembre pasado, la policía arrestó a casi 30 israelíes, en su mayoría ciudadanos judíos, por actividades de espionaje en nombre de la República Islámica.
En la mayoría de los casos, los sospechosos comenzaron realizando pequeñas tareas inofensivas que gradualmente se convirtieron en delitos más graves, como recopilación de inteligencia y planes de asesinato.
En octubre de 2024, siete israelíes fueron arrestados por presuntamente fotografiar y recopilar información sobre bases e instalaciones de las FDI, incluidas las bases aéreas de Nevatim y Ramat David, que fueron blanco de ataques tanto de Irán como de Hezbolá en 2024.
La policía ha advertido a los ciudadanos y residentes israelíes contra “entrar en contacto con agentes extranjeros y realizar tareas para ellos”, y ha prometido tomar duras medidas legales contra quienes participen en tales actividades.
Fuente: TheTimesofIsrael- Traducido por UnidosxIsrael
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