Análisis: las FDI permanecen en el sur del Líbano mientras trabajan para desmantelar la infraestructura oculta de Hezbolá; a pesar de un acuerdo de alto el fuego, el progreso se ve obstaculizado por la insuficiente aplicación de la ley por parte del ejército libanés
Mientras las tropas de las FDI maniobraban por el sur del Líbano, los servicios de inteligencia informaron de que presuntos agentes de Hezbolá se acercaban a un depósito de armas. El coronel Yossi Fenso, comandante adjunto de la 146 División, dio instrucciones a las tropas de que aguardaran nuevas órdenes. Los agentes, desarmados y en motocicletas, acabaron desapareciendo sin incidentes.
Coordinación con el CENTCOM de EE.UU.
Durante dos meses, un centro de operaciones conjunto entre las FDI y el CENTCOM de EE.UU. ha supervisado el acuerdo de alto el fuego. Si se detecta una violación por parte de Hezbolá, las FDI dan al ejército libanés 24 horas para abordarla. Si no se resuelve, las FDI intervienen, ya sea mediante ataques aéreos o fuerzas terrestres. Sin embargo, las amenazas inmediatas provocan una acción rápida sin coordinación.
El mecanismo ha funcionado bien, con la cooperación de las autoridades libanesas. Recientemente, se avistó a agentes de Hezbolá en motocicletas cerca de la frontera, pero se retiraron sin necesidad de intervención libanesa o de las FDI.
Las zonas fortificadas de Hezbolá
En una aldea chií, los edificios relativamente intactos presentaban daños menores de operaciones anteriores de las FDI. Sin embargo, otra aldea cercana reveló la extensión de la infraestructura militar de Hezbolá. Esta zona almacenaba armas, albergaba lanzacohetes y servía como base para la Unidad Radwan, la fuerza de élite de Hezbolá, que planeaba ataques transfronterizos contra ciudades israelíes como Rosh Hanikra y la pequeña comunidad de Shlomi.
Hezbolá utilizaba vegetación densa y caminos ocultos, no túneles subterráneos sino rutas camufladas, para almacenar armas y preparar ataques. Cuando las FDI entraron, las excavadoras despejaron la vegetación, dejando al descubierto y neutralizando estos sitios. Sin embargo, durante los enfrentamientos iniciales, tres agentes de Hezbolá mataron a cuatro soldados de las FDI.
Si Hezbolá hubiera lanzado su invasión planeada en octubre de 2023, el daño podría haber sido catastrófico. En cambio, optó por una guerra de desgaste, lo que permitió a las FDI desmantelar las zonas fortificadas y empujar a la Unidad Radwan al norte del río Litani. La escala de los preparativos de Hezbolá, liderados por el ahora eliminado comandante Ibrahim Aqil, podría haber causado una devastación que excediera el ataque de Hamás del 7 de octubre.
A pesar de los avances, la zona sigue siendo inestable. Es posible que pasen meses antes de que los residentes de las comunidades del norte de Israel, como Zar’it y Metula, puedan regresar con seguridad. Las fuerzas del ejército libanés aún no se han desplegado lo suficiente al sur del río Litani, como lo exige el alto el fuego. Si bien algunas unidades han establecido puestos de control, principalmente impiden que los civiles crucen a áreas cercanas a la frontera israelí.
Los ingenieros de las FDI siguen descubriendo infraestructura oculta de Hezbolá, incluidos escondites de armas y túneles. En un caso, una división creyó que había completado las operaciones en una aldea, solo para que la inteligencia revelara una infraestructura subterránea oculta. La unidad de élite Shaldag fue desplegada para localizar y destruir estos sitios ocultos.
Incluso ahora, las fuerzas israelíes inspeccionan regularmente los valles y la densa vegetación, descubriendo y detonando posiciones de Hezbolá. Durante el fin de semana, las FDI destruyeron varias instalaciones, y se oyeron explosiones en toda la zona. El medio de comunicación de Hezbolá afirmó falsamente que se trataba de ataques aéreos israelíes que violaban el alto el fuego, aunque se trataba de demoliciones terrestres realizadas por las FDI.
La estrategia de Hezbolá
Hezbolá parece estar creando excusas para justificar futuras violaciones del alto el fuego, culpando a Israel de supuestos ataques aéreos. Por ejemplo, después de que las tropas de las FDI destruyeran lanzacohetes dirigidos contra Israel, Hezbolá acusó a Israel de romper el acuerdo. El ejército libanés no se había ocupado de los lanzacohetes en las 24 horas siguientes, lo que provocó la intervención de las FDI.
La falta de capacidad del ejército libanés complica aún más la aplicación de la ley. Muchos soldados carecen de equipo y experiencia adecuados, y algunos, al ser chiítas, pueden carecer de motivación para actuar contra Hezbolá.
Las FDI han informado al CENTCOM que no se retirarán del sur del Líbano a menos que el ejército libanés cumpla con sus obligaciones y se desmantele la infraestructura militar de Hezbolá. El general Jasper Jeffers del CENTCOM enfatizó recientemente a los funcionarios libaneses que la retirada de las FDI depende de una acción decisiva de su ejército.
Además, las defensas de la frontera norte de Israel siguen incompletas. Las FDI están construyendo rápidamente nuevos puestos de avanzada y desplegando sistemas de detección para garantizar que los residentes de las comunidades fronterizas como Zar’it vean las posiciones de las FDI, no a Hezbollah o a los civiles libaneses.
Esperanzas de estabilidad
Las próximas elecciones presidenciales libanesas del 19 de enero podrían estabilizar la situación. Estados Unidos, Francia, Arabia Saudita y Qatar están presionando para que se celebren las elecciones, con la esperanza de que el próximo presidente sea el comandante del ejército libanés, general Joseph Aoun, considerado una figura capaz y unificadora. Sin embargo, Hezbollah apoya a su propio candidato y a un hombre considerado un sólido aliado de Bashar al-Assad, Suleiman Frangieh, lo que hace que la elección de Aoun sea incierta.
Si Aoun es elegido, el alto el fuego podría consolidarse, lo que permitiría a las fuerzas israelíes retirarse en unos meses, mientras se refuerzan las fuerzas libanesas. Hasta entonces, las FDI se mantienen cautelosas, conscientes de los desafíos que implica operar en lo que desde hace tiempo se ha descrito como el profundo y traicionero “barro” del Líbano.
Fuente: Ynet- Traducido por UnidosxIsrael
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